El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y su vicepresidenta, Laura Vilagrà, en el pleno del Parlament. | Efe - Andreu Dalmau

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El Govern catalán ha autorizado las desalinizadoras privadas móviles que puedan impulsar sectores económicos, como el turístico, y ha acordado una flexibilización de restricciones al agua en el sector primario para garantizar la supervivencia del ganado y que ningún agricultor deba abandonar su actividad por la sequía. Así lo han explicado este jueves la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, el secretario general de Acción Climática, Josep Vidal, y el secretario de Empresa y Competitividad, Albert Castellanos, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Interdepartamental de Sequía del ejecutivo catalán.

La portavoz del Govern ha informado de que 12 municipios de la comarca del Alt Empordà (Girona) que dependen del embalse Darnius Boadella pasarán a fase 2 del estado de emergencia por sequía, y tendrán una limitación de consumo de agua de 180 litros por persona y día.

Ha destacado que la situación de sequía en Cataluña «lejos de mejorar empeora». Plaja ha informado de que la emergencia II por sequía se declara en estos 12 municipios después de que el embalse Darnius Boadella haya llegado al 11% de su capacidad, lo que «supone un cambio de escenario respecto a la situación actual que había», pasando de los 200 litros de agua por persona y día a 180 en estas localidades.