El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, tras anunciar que será candidato. | Efe - Enric Fontcuberta

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El presidente de Castilla la Mancha, Emiliano García Page, ha asegurado este viernes en París que se toma en serio la «amenaza» de Carles Puigdemont de obtener con la negociación un referéndum sobre la independencia de Cataluña, aunque está convencido de que el Gobierno de Pedro Sánchez no va a entrar en esa negociación.

«Yo tengo muy claro que el Gobierno de España bajo ningún concepto siquiera va a negociar un planteamiento de referéndum. Esto es inviable. Esto es inviable de todo punto, y por tanto se tiene que mantener en el marco constitucional», ha declarado García Page este viernes. Durante una visita a la sede de la Unesco en París, Page ha dicho que Puigdemont «no tiene sentido común, al menos el sentido común español».

Por eso ha afirmado que se toma esa idea de organizar un nuevo referéndum «como una amenaza en serio, porque lo está haciendo quien ya lo protagonizó». Para el presidente de Castilla la Mancha, Puigdemont «es la principal amenaza para Cataluña y obviamente también para el conjunto de España», y ha insistido en que eso le preocupa especialmente «como español, como político y también como socialista».

«Si después del esfuerzo que se está haciendo por parte del Gobierno para pasar página, el esfuerzo a trancas y a barrancas con la amnistía; si después de todo eso la conclusión, la meta final es que Puigdemont vuelve no sólo a amenazar sino a intentarlo, el ridículo al que nos exponemos es exagerado, exponencial, ridículo histórico», dice Page. Y al recordarle que el Gobierno de Pedro Sánchez depende de los votos del partido de Puigdemont, su respuesta ha sido que «depender de los votos de Puigdemont es algo que habría que meditar si conviene o no conviene». «Si esto sólo sirve para darle otro hachazo a la Constitución española por parte del independentismo catalán, el ridículo es digno de Berlanga», ha señalado.

Para García Page, «buena parte de la resolución del problema va a depender de los propios votantes catalanes» en las elecciones autonómicas de mayo, y sólo el candidato socialista, Salvador Illa ofrece «un programa en positivo que se plantea arreglar problemas». En cuanto a la intención del presidente de la Generalitat en ejercicio y candidato de ERC, Pere Aragonès, de conseguir una nuevo sistema de financiación para Cataluña, similar al del cupo vasco, y negociado al margen de las otras comunidades de régimen común, el presidente castellano-manchego ha reiterado su rechazo por principio.

«La simple negociación de cualquier aspecto que rompa la unidad de España en el ámbito que sea, en el fiscal y mucho más en el constitucional, nos llevaría a muchos, yo el primero, a plantear recursos en todas las instancias jurisdiccionales y también en el Tribunal Constitucional. Bajo ningún concepto se puede plantear», ha señalado. Preguntado sobre si también está convencido de que el Gobierno de Pedro Sánchez no lo va a plantear, ha contestado afirmativamente, aunque después ha matizado: «Es verdad que estaba convencido también de otras cosas antes y me he quedado mirando para el Mediterráneo».