Se trata de una situación de conducción muy peligrosa, especialmente si en la vía por la que se transita discurren otros vehículos o peatones. | Javier Coll

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Imaginemos por un momento que, mientras estamos conduciendo nuestro coche, sucede algo inesperado. Ha llovido y sobre el pavimento de la carretera hay una capa de agua más o menos copiosa. Entonces, sin saber muy bien por qué, el vehículo hace un extraño y perdemos totalmente el control. Empieza a girar y a dar vueltas de forma más o menos violenta y no podemos hacer nada por remediarlo. Esta situación no del todo infrecuente al volante se conoce con el término de aquaplaning y menos popularmente hidroplaneo, y ha ocasionado más de un susto y daños, tanto materiales como personales.

■ Reducir poco a poco velocidad.

No en vano se trata de una situación de conducción muy peligrosa, especialmente si en la vía por la que se transita discurren otros vehículos o peatones, y en ella influyen factores como el estado de los neumáticos y los amortiguadores, o la velocidad.

Pero, ¿sabe qué conviene hacer si su vehículo patina de forma incontrolada por la calzada? Ahora que estamos en otoño, en principio una estación lluviosa en Baleares, la Guardia Civil ha refrescado la memoria a los conductores a través de las redes sociales mediante unas sencillas pautas que seguir si de pronto nos vemos inmersos en un episodio de aquaplaning.

■ No levantar bruscamente el pie del acelerador.

■ Mantener las ruedas rectas.

■ No pisar el embrague.

■ No girar el volante.

Además de estos consejos, si el impacto es inevitable, conviene prepararse para recibirlo. La mejor forma para hacerlo es apoyar la cabeza en el reposacabezas y no soltar el volante ni cerrar los ojos.