Varios medios británicos señalan que Lindsey «había estado tomando antidepresivos y medicamentos para la ansiedad desde que su padre murió en mayo de 2018». Esto, sumado a su estricta dieta, pudo haber provocado su muerte.
Entre sus pertenencias se localizaron cuadernos en los que indicaba que no podía consumir más de 1.200 calorías por día y que tenía que hacer una única ingesta al día de hidratos de carbono. Además, los investigadores han señalado que en los apuntes había comentarios muy negativos hacia sí misma.
Su madre ha señalado que «ella quería ir a la universidad, hacerlo lo mejor que pudiera y honrar a su padre». Por su parte, la Policía continúa investigando la causa principal de su fallecimiento.
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También dice la noticia que «había estado tomando antidepresivos y medicamentos para la ansiedad desde que su padre murió en mayo de 2018», y el becario-forense concluye que "esto, sumado a su estricta dieta, pudo haber provocado su muerte", pero el titular tan solo nos da la pista de que la "dieta del vinagre" asesina adolescentes.