La OCU analiza las tortillas prefabricadas.

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Muchos han aprovechado estos días de confinamiento para innovar en la cocina y convertirse en verdaderos chefs. Sin embargo, los alimentos precocinados son un recurso habitual en muchas casas cuando la rutina invade el resto de tareas. Uno de estos productos es la tortilla de patatas, un clásico de nuestra mesa con una creciente presencia en los supermercados. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 15 tortillas con cebolla: 14 refrigeradas y 1 congelada, la más vendida.

La primera conclusión a la que llegan los cocineros en la prueba de degustación es que la preparación en sartén no resulta especialmente recomendable, ya que las patatas quedan más enteras que empleando el microondas, un punto negativo, por cuanto deberían quedar pochadas. La segunda conclusión es que conviene elegir bien el producto, porque salvo contadas excepciones la cebolla queda poco hecha y el huevo demasiado cuajado. Las excepciones: la tortilla de patata con huevos camperos y cebolla caramelizada de La Cocina de Aldi (1,99 euros/500g), la tortilla de patata y cebolla de Fuentetaja (desde 2,59 euros/600g) y la Tortilla de patata y cebolla de Hacendado (1,85 euros/600g).

Además del único producto congelado analizado: la tortilla de patata y cebolla de La Cocina de Senén (desde 8,50 euros/700g), que debe prepararse necesariamente en sartén, dándole la vuelta. Lo que no quita para que los cocineros que han participado en este análisis señalen que, como la tortilla hecha en casa, ninguna.

Su aporte nutricional es bueno, pero pecan de aditivos

Los técnicos de OCU no han detectado un alto contenido de grasas saturadas, azúcares ni sal. Las tortillas analizadas son, desde el punto de vista nutricional, un alimento bastante completo, que incorpora hidratos, proteínas y grasas. Pero al tratarse de productos ultraprocesados no es difícil encontrar aditivos, algunos de ellos innecesarios o poco recomendables, como los carragenatos o el benzoato sódico, que es lo que comparten dos de cada tres tortillas. De hecho, entre las más sabrosas solo la de Aldi y la de La Cocina de Senen están libres de estos aditivos menos recomendables.

En lo que respecta a sus precios, los productos de marca de distribución (marca blanca) son un 36% más baratos. Es el caso de la tortilla más barata, la del logo rojo de Auchán (Alcampo), que sale a 2,65 euros el kilo, frente a los 12,43 euros el kilo de la tortilla congelada de La Cocina de Senén, un producto gourmet.