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Unos agentes de la Guàrdia Urbana de Barcelona tuvieron este pasado martes un servicio muy especial en el barrio de Gràcia. En la plaza de Lesseps encontraron un cachorro de perro abandonado o perdido. El pequeño animal, una bolita de pelo negra muy mona, hubiera corrido una suerte discutible sin amparo en la calle, por lo que los policías municipales de Barcelona decidieron hacer algo.

Al no disponer de chip identificativo, los policías solicitaron el servicio de recogida de animales de compañía, que según el cuerpo policial «proporcionará bienestar físico y psicológico a nuestro amigo».

La historia fue compartida por la Guàrdia Urbana a través de las redes sociales, y no faltaron candidatos para acoger al pequeño can, en caso de ser necesario.