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El Zoológico de la ciudad colombiana de Cali (Colombia) ha contratado a un pianista profesional para ayudar a que los animales del parque se relajen.

El rey de la selva escucha complacido la melodía. Es un espectador exigente y no es el único. La iniciativa está siendo todo un éxito.

"El enriquecimiento sonoro, auditivo o sensorial es muy beneficioso para los animales", asegura Susan Posada, Directora de Comunicación del Zoo de Cali. La música tiene un efecto balsámico sobre el temperamento de todos ellos.

Mario Fernando Prado, el encargado de que el concierto no pare, está entusiasmado por enfrentarse a un público diferente al habitual. "Creo que es algo interesantísimo. Yo había tocado para muchos animales, pero animales de dos patas", declara.

El sonido de algunas de las piezas clásicas más conocidas de la historia llega también a la hora del baño para las crías de macaco. Amansar a las fieras es cosa del pasado, el futuro es convertir a los inquilinos del zoo en melómanos consumados.