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Por el aire y con balas de veneno congelado, así es como este ovetense pretende acabar con la avista asiática, una especie invasora que sigue creciendo dentro del municipio.

Esta especie ha llegado a saturar el servicio de bomberos por las constantes llamadas para retirar los nidos. "Antes del año 2019 era bastante anecdótico recibir este tipo de llamadas, pero ahora va en un incremento exponencial", asegura uno de los bomberos de la localidad.

"El dron lleva unas bolas que llevan biocida que al volar, impacta dentro del nido y matan a toda la población", Pablo, encargado del servicio.

Ahora, con la ayuda de estos emprendedores, las intervenciones se han podido multiplicado: más de 100 en apenas un mes. "Hay bastante volumen de trabajo. Diez intervenciones diarias no nos las quita nadie", asegura una de las dueñas del dron.

Este dron alcanza hasta 150 metros de altura, se controla con un mando y su visor permite llegar a lugares escondidos. "Podemos llegar a todos los niveles y a todas las alturas donde quiera que estén los nidos", reconoce.

Y así, enfundado en su traje rojo para protegerse de estos animales, Pablo espera poder seguir acabando con las vespertinas.