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Si estás pensando en adquirir una nueva vivienda, una de las recomendaciones principales es comprobar que está libre de cargas y que el propietario tiene al corriente todos los pagos. Las cargas de un inmueble son limitaciones de dominio y aparecen en una inscripción diferente de la del cambio de titulares.

Una de las más frecuentes que se pueden encontrar los potenciales clientes al comprar una casa es la hipoteca. Por ello, "es indispensable inscribir la hipoteca en el registro, por lo que se requiere que el préstamo conste en la escritura pública", explican en la Guía de Cargas del Colegio de Registradores de la Propiedad.

El piso también puede tener otras cargas, como embargos, deudas tributarias o pagos a la comunidad de vecinos. En este sentido, el primer paso para comprobar si está todo en orden es solicitar una nota simple actualizada del inmueble en el Registro de la Propiedad. De esta manera, comprobarás la titularidad del inmueble, sus características y el estado actual.

El segundo paso es comprobar que está al corriente de los pagos de la comunidad de vecinos y de los suministros básicos de la vivienda. Esto quiere decir que podemos solicitar un documento al propietario o al administrador de la finca que acredite que los gastos de la comunidad de propietarios o las posibles derramas están abonadas. Resulta importante comprobar que el propietario ha abonado los impuestos municipales, como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

En el caso de que el comprador adquiera un inmueble hipotecado, podrá "exigir al vendedor que con anterioridad cancele la hipoteca" para que esté libre de cargas, añaden en la guía. También tiene la opción de "retener del precio la cantidad que se deba de la hipoteca y satisfacer él al banco la cantidad debida" o, como última alternativa, "subrogarse en ella con consentimiento de la entidad acreedora".