El pasado mes de junio se registró el primer caso en Ibiza. Una joven de nacionalidad española denunció a la Guardia Civil que, mientras estaba de fiesta con sus amigas en una discoteca ibicenca, notó un pinchazo en el brazo. Le habían drogado en contra de su voluntad. | Vanessa Hernández

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Reino Unido, Suiza, Francia y ahora España. En estas últimas semanas, la sumisión química por pinchazo se ha convertido en algo habitual en algunas zonas de ocio nocturno. El pasado mes se registró el primer caso en Baleares. Una joven de nacionalidad española denunció el pasado 22 de junio a la Guardia Civil que, mientras estaba de fiesta con sus amigas en una discoteca de Ibiza, notó un pinchazo en el brazo. Le habían drogado en contra de su voluntad. Esta serie de prácticas se han extendido a otras comunidades como Navarra, en San Fermín, o Cataluña, donde los Mossos han abierto investigaciones para esclarecer los hechos de las 17 denuncias que han recibido en estos últimos días. En todas se produce el mismo modus operandi: fiesta, alcohol, música, baile y aglomeración, y sus víctimas: mujeres menores de 30 años.

El Instituto Nacional de Toxicología determina que una de cada tres violaciones en España sucede bajo sumisión química, mientras que el 33 % de las víctimas de agresión sexual dieron positivo en drogas, alcohol, ansiolíticos o fármacos sedantes en estos últimos cinco años. Pero, ¿qué es la sumisión química?, ¿cúales son sus síntomas? Aquí te resolvemos las dudas ante este misterioso fenómeno que aumenta peligrosamente.

Un delito de sumisión química se da cuando a una víctima sin su consentimiento le proporcionan una sustancia que anula su voluntad con el objetivo de abusar sexualmente de ella o querer robar sus pertenencias. No hay una droga concreta para llevar a cabo este tipo de prácticas ya que puede variar dependiendo del caso. Una de las más utilizadas es el éxtasis líquido o el GHB (gamma hidroxibutirico), una sustancia que desaparece rápidamente sin dejar rastro. Se puede administrar por vía oral o diluyendo la droga en la bebida de la víctima, aunque la que está ganando protagonismo ahora es a través de la inyección. Los agresores utilizan este método y escogen los brazos o las piernas para suminisitrar la sustancia a la víctima. La droga empieza a hacer efecto en el cuerpo de la víctima pasado los 15 minutos tras la sensación del pinchazo.

Las jóvenes que han recibido los pinchazos recientemente han alertado a través de las redes sociales cuáles son sus síntomas para que otras mujeres en la misma situación actúen lo más rápido posible. Las principales son:

  • Mareo
  • Pérdida de visión y de memoria
  • Incapacidad de hablar
  • Adormecimiento en las extremidades
  • Somnolencia
  • Pérdida de consciencia
  • Taquicardia