Palma Beach Running en la Platja de Palma. | Emilio Queirolo - E.Q.

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Salir a correr diariamente, ir al gimnasio, montar en bicicleta, nadar, caminar... son rutinas diarias o semanales que realizan numerosas personas. Todo el mundo sabe que el deporte tiene múltiples beneficios para nuestra salud. Pero, ¿te has parado a pensar que le ocurre a tu cuerpo cuando debido a algún motivo -una lesión, enfermedad u otro factor- dejas de hacer ejercicio?

1. En una semana tu capacidad aeróbica (que es la capacidad máxima para transportar y utilizar el oxígeno) disminuye, con lo cual cualquier actividad que se realice nos cuesta más de lo normal, y en algunos casos tengamos sensación de asfixia.

2. Pérdida de fuerza muscular, dolor en las articulaciones. Otra de las consecuencias directas de dejar de hacer deporte. Al no movernos los músculos se van atrofiando, y esto nos hacer tener movimientos más lentos y en algunos casos torpes.

3. Aumento de peso. Al seguir comiendo igual (o más), la grasa se va acumulando en diferentes zonas del cuerpo, además tampoco estás quemando calorias. Eso implica por otra parte el aumento de triglicéridos y colesterol.

4. Salud mental. Aquí se incluye: el insomnio, estrés, ansiedad... Y es que al realizar ejercicio, el estar al aire libre, despejar tu mente resfuerza tu autostima. Todo lo contrario a quedarte encerrado en casa, sin hacer ninguna actividad.

Como se puede observar no hay que dejar de hacer deporte, está claro que si hay una lesión o algún impedimento se desaconseja pero siempre se puede sustituir por otra alternativa, para eso lo mejor es consultarlo con un profesional.

Salir a caminar, ir a comprar a un centro comercial, subir las escaleras hasta tu casa o lugar de trabajo, lo más importante es encontrar algo que nos guste, que nos motive a seguir haciéndolo. Es indispensable ser constante, y si ves que no te gusta, cambiarlo por otra actividad hasta que encuentres la que mejor se adapta a ti. Mantener una rutina influirá positivamente en nuestra salud, ayudará a que enfermemos menos, descansar más tranquilos, en resumen a ver la vida desde una saludable perspectiva.