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Llegan las fechas más cálidas del año y si nosotros las sufrimos, nuestras mascotas aún más. Los perros son muy sensibles al calor y es fundamental que los ayudemos a pasar lo mejor posible las altas temperaturas.

Cuando las temperaturas suben, es importante poner agua potable fresca a disposición de nuestros perros. Los perros pueden sufrir un golpe de calor en solo unos minutos, y se les debe bajar la temperatura corporal gradualmente.

Pero, ¿se les podría dar un cubito de hielo para que se refresquen? Hay algunos riesgos. Existe el síndrome de dilatación-vólvulo gástrica aguda, que aunque se ha relacionado tradicionalmente con el consumo de hielo no es tanto por esto como por la ingesta, muy rápida, de gran cantidad de agua, un riesgo mayor si los perros son grandes.

Sí se puede recurrir a añadir algunos cubitos de hielo en el agua del can para que se enfríe, pero con relativa frecuencia y en pocas cantidades. Es mejor, en general, darle pocas cantidades más veces.

Tampoco se le debe dar un cubito de hielo sin haberlo pasado por agua antes, ya que la capa helada que lo recubre puede dañar la boca de nuestra mascota.

Y hay que tener en cuenta otro factor: los cubitos de hielo no deben ser muy grandes o macizos, puesto que si el perro los mastica puede llegar a dañarse alguna pieza dental. Por esto, se recomienda vigilar al perro si le damos un cubito en estos días de tanto calor.