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Para los que les gustan los fenómenos naturales curiosos y sorprendentes, seguro que les interesa conocer la historia de la montaña de sal de Cardona, en la sierra de Les Garrigues, Cataluña.

Se trata de una formación geológica llamada diapiro salino, que tiene la peculiaridad de aumentar su tamaño cada vez que llueve. La montaña de sal de Cardona se formó hace unos 40 millones de años, cuando el mar se retiró y dejó al descubierto una gran cantidad de sal marina. Con el paso del tiempo, la erosión y los movimientos tectónicos fueron modelando la montaña, que hoy en día tiene unos 120 metros de altura y unos 2 kilómetros de longitud.

¿Cómo es posible que una montaña crezca con la lluvia?

La respuesta se encuentra en la composición geológica de la montaña y a un fenómeno llamado halocinesis o diapirismo. Este proceso consiste en que la sal, al ser soluble en agua, se disuelve cuando llueve y se filtra por las grietas de la roca. Al llegar a las capas inferiores, la sal se vuelve a solidificar y empuja hacia arriba el resto de la montaña, haciendo que se eleve unos centímetros cada año.

La montaña de sal de Cardona y sus alrededores es un lugar de mucho valor ecológico, histórico y cultural. Alberga una gran diversidad de especies vegetales y animales adaptadas a las condiciones del entorno, como matorrales, pinedas sub mediterráneas de pino, y cuenta con la presencia de azores, gavilanes, palomas torcaces y una especie de insecto lepidóptero, la esfinge proserpina, de especial interés para la conservación. Además, la montaña ha sido explotada desde la antigüedad como fuente de riqueza y recursos, tanto para la alimentación como para la industria.

Se trata de un espacio natural protegido que pertenece a la Red Natura 2000 y es Zona Especial de Conservación. Desde 2003, con la fundación del Parque Cultural de la Montaña de la Sal, se puede visitar este lugar tan especial, a través de diferentes rutas guiadas que permiten conocer su historia, su geología y su biodiversidad. También se puede acceder al interior de la montaña, durante un recorrido de 86 metros de profundidad donde se podrán ver las galerías y prospecciones que hicieron los mineros.

La montaña de sal de Cardona es un ejemplo de cómo la naturaleza puede crear paisajes increíbles y únicos en el mundo. Una maravilla que merece la pena descubrir y conservar.