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Desde que el palacio de Kensington anunciara, el pasado 17 de enero, la operación de Kate Middleton, las especulaciones sobre su estado de salud no han parado de fluir y han sido pocas las noticias que se han ido conociendo a través de diversas fuentes próximas a la familia real británica.

"Se espera que permanezca en el hospital de diez a catorce días, antes de regresar a casa para continuar su recuperación", afirmaba entonces el palacio de Kensington en su comunicado oficial, donde también indicaba que, por consejos médicos, era "poco probable que regrese a sus funciones públicas hasta después de Semana Santa".

Han pasado ya diez días desde la publicación de ese mensaje, y la princesa de Gales permanece todavía ingresada en el hospital privado The London Clinic, donde continúa recuperándose de una cirugía abdominal. Allí también está hospitalizado su suegro, el rey Carlos III de Inglaterra, que fue intervenido por un agrandamiento de la próstata.

Una vez descartados los rumores de cáncer, su larga recuperación continúa alarmando a la sociedad británica. El pasado fin de semana, la periodista Concha Calleja, especializada en la familia real británica, apuntaba en el programa Fiesta que la operación de Kate Middleton "era grave en sí misma, no era una operación sencilla", y que aunque fue una intervención planificada, "algo ha salido mal en el postoperatorio".

Fuentes próximas a la casa real británica han explicado este viernes a la revista People que tienen puesta toda su confianza en la capacidad de recuperación de la mujer del príncipe Guillermo.

"Parece serio por el largo periodo de tiempo. Pero está en buenas manos, y tendrá mucho cuidado y apoyo en casa, es una mujer joven en buena forma", sostiene esta fuente. "Estoy seguro de que se recuperará", agrega.

Un día después de conocerse su operación, el príncipe Guillermo acudió al hospital a visitar a su mujer y fue fotografiado por las cámaras a la salida con el rostro visiblemente serio. People ha señalado que la princesa de Gales también ha recibido la visita de Carlos III antes de ser intervenido en ese mismo centro privado.

Ante esta situación, la intención de Guillermo de Inglaterra es volcarse completamente en su esposa y su recuperación, y ha antepuesto a su familia a sus deberes como heredero de la casa real británica, según indican los medios locales.

Por ello, compaginará las visitas a Kate Middleton con el cuidado de sus tres hijos en común: el príncipe George, de 10 años; la princesa Charlotte, de 8, y el príncipe Louis, de 5. "No quiere dejarlo todo en manos de la niñera", indica a People Robert Hardman, autor del libro sobre la monarquía británica titulado The Making of a King: King Charles III and the Modern Monarchy.