Un montaje a partir de un ojo e información contenida en él. | Redacción Digital

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Los puntos de la empresa Worldcoin para ofrecer a los ciudadanos reconocimientos del iris a cambio de criptomonedas en Barcelona han acumulado en los últimos días colas de personas que, en muchos casos, quitan hierro al riesgo de ofrecer información biométrica tan personal: «Dar el iris tampoco me parece tan grave».

Este miércoles, decenas de personas, mayoritariamente hombres de entre veinte y cuarenta años, se han acercado al centro comercial Westfield de Glòries de Barcelona para 'vender' su iris a cambio de criptomonedas, pero desde hoy ya solo se puede hacer con cita previa. Es uno de los diversos puntos en que se dispone de una máquina que escanea el iris en el área metropolitana de Barcelona.

La fiebre por escanear el iris se ha extendido a través del boca a boca, a pesar de las advertencias de las autoridades de protección de datos sobre el riesgo de entregar información tan personal a una empresa. No es algo que preocupe a Abdel y Sofian, de 20 años, que ya lo han hecho una vez y quieren repetir, aunque no les han autorizado un segundo escaneo. «Vine hace unas cuantas semanas porque me dijeron que te daban dinero gratis y gané unos 60 euros», cuenta a EFE Sofian, que luego convenció a su amigo para acudir a Glòries a hacer lo mismo.

«Solo tienes que dar tu cara, el código QR aparece directamente en tu aplicación. No tuve que dar ningún dato, ni siquiera mi número de teléfono», relata Abdel. Ambos aseguran que, al finalizar el proceso, se acercaron a una oficina de criptomonedas cercana al centro comercial y que, al instante, pudieron sacar el dinero.

Las colas en este punto del centro comercial de Glòries han sido tan concurridas en los últimos días que la empresa ha optado por instaurar a partir de hoy un sistema de cita previa, por lo que no todo el mundo ha podido poner el ojo en el escáner este miércoles. «Justamente hoy no dejan vender más iris porque estaba demasiado lleno», ha lamentado en declaraciones a EFE Adrià Garcia, que ha acudido al punto alentado por la recomendación de un amigo. Es una excepción en una cola repleta de jóvenes; él es uno de los pocos 'veteranos' porque ya suma más de 60 años, pero la edad no le echa para atrás.

«Claro que no me da igual ceder mis datos, pero en nuestro día a día nos registramos a tantas páginas web y ponemos tantas veces nuestras huellas dactilares que dar el iris tampoco me parece tan grave», admite Garcia. Una práctica de «elevado riesgo» Esta práctica suscita dudas legales, hasta el punto de que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) está analizando cuatro denuncias relacionadas con la empresa Worldcoin, procedentes de la Comunidad de Madrid y Cataluña.

Por su parte, la Autoridad Catalana de Protección de Datos (ACPD) ha advertido de que los datos biométricos permiten «la identificación inequívoca de la persona a través de una característica física que no se puede variar a lo largo de la vida», por lo que comporta un «elevado riesgo» porque un mal uso puede comportar numerosos perjuicios. Desde Worldcoin han asegurado que, tras el escaneo, no se quedan con los datos biométricos, sino que «la única información que se mantiene es un mensaje que contiene un código de iris», lo que serviría como identificación digital.

El objetivo de la empresa -ha puntualizado en su argumentario distribuido a los medios- es crear «una red financiera y de identidad del mundo preservando la privacidad de todos los seres humanos», en un momento en el que «los robots y la IA ya son capaces de suplantar la identidad de personas». Solo pueden escanear el iris, tras firmar un consentimiento, las personas mayores de 18 años, lo que Worldcoin ha aseverado que comprueban mediante la fecha de nacimiento del DNI. Worldcoin es un proyecto de criptomoneda biométrica con reconocimiento de iris desarrollado por Tools for Humanity, con sede en Berlín y San Francisco, y que fue fundada en 2019 por el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman.