Así lo ha concluido la empresa Surfshark de acuerdo al registro de cuentas filtradas en los últimos meses, quien ha determinado también que en total se filtraron más de 110 millones de cuentas durante este período.
En concreto, esta empresa de ciberseguridad ha analizado las tendencias globales en las estadísticas de violación de datos para compararlas con el trimestre anterior y conocer qué países sufrieron mayor cantidad de violaciones de seguridad, el número de incidencias y las regiones más vulnerables.
Teniendo en cuenta los datos de este segundo trimestre, Surfshark ha determinado que en el segundo trimestre de 2023 se superó en un 2,6 veces la cantidad de infracciones registradas durante el primer trimestre, ya que entonces fueron 43,2 millones. Más concretamente, en el segundo trimestre de este año se violaron 855 cuentas por minuto, frente a las 334 cuentas por minuto filtradas durante el trimestre anterior.
España, por su parte, se sitúa entre los tres primeros países con mayor número de violaciones de cuentas registradas, con un total de 3.724.924 casos, solo por detrás de Estados Unidos (49.823.245 cuentas vulneradas) y Rusia (15.277.996 cuentas).
Le siguen Francia (3.444.592) y Turquía (2.750.117). A excepción de este último país, el resto de los mencionados también se encontraban entre los cinco con mayores registros de filtraciones en el trimestre anterior.
En el caso de España, desde la empresa de ciberseguridad han apuntado a que se registró un ligero aumento de cuentas vulneradas de un trimestre a otro -de 3,1 millones en el primero a 3,7 millones en el segundo-, motivo por el que ha pasado del puesto número cinco del anterior trimestre al puesto tercero.
Se mantienen los vectores de ataque clásicos
Desde Eset puntualizan que en España se ha detectado la prevaencia de dos familias de 'infostealers' desde hace tiempo, como son Agent Tesla y Formbook, 'malware' que lleva tiempo ocupando los primeros puestos de amenazas 'online'.
Para esta otra compañía de ciberseguridad, el principal problema radica en que los ciberdelincuentes siguen obteniendo buenos resultados usando vectores de ataque clásicos, como el correo electrónico.
De ahí que «la mayor complejidad a la que tienen que hacer frente» los agentes maliciosos es "preparar una plantilla que sea lo suficientemente convincente y que suplante la identidad de otra empresa u organimo oficial", según han indicado en una nota de prensa.
Por tanto, no encuentran grandes dificultades para conseguir que el usuario que reciba el email ejecute el fichero adjunto, que prcede a infectar el sitema y a robar las credenciales almacenadas. Una vez se hacen con ellas, las utilizan para perpetrarataques que pueden terminar con el robo de información sensible de las empresas atacadas.
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