Caratula del videojuego.

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En 1984 The Smiths debutaba con uno de los mejores álbumes de esa década iconoclasta y rompedora y, por qué no decirlo, de todos los tiempos. Como nombre, el proyecto eligió un apellido común ya que, en opinión de Morrissey, frontman de la banda, ‘ya era hora de que la gente corriente se mostrara al mundo’. Sus letras ambiguas, inquietantes y liberadoras escudriñaban los laberintos de la naturaleza humana para hablar de nihilismo, violencia, soledad y amor; reacciones que siguen regalándonos escalofríos. Los de Manchester son especiales porque llegan a esa parte de ti donde te sientes más vulnerable y la glorifican. Apenas era un crío cuando mi primo me regaló una copia de The Queen is Dead acompañada de un guiño, ‘te cambiará la vida’, me dijo. Yo estaba en esa edad en la que uno necesita sentirse integrado, así que lo escuché con febril obsesión hasta casi pulverizar los surcos del vinilo. A medida que me hacía mayor, las letras comenzaron a abrirse camino entre las melodías, se volvieron más pertinentes. La pubertad, ya saben, esa época en la que todo lo que canta Morrissey se vuelve absolutamente trascendente. Hoy sigo alucinando con la forma en la que conjuga sus arias de angustia con una fina ironía.

Comprenderán que, aún sin ser un «puto freaki de los videojuegos», como se autoproclama nuestro entrevistado, el bueno de Packo Jacko, lo cierto es que uno no puede sino alegrase de la aparición de The Smiths Are Dead, un videojuego con alma retro para ordenadores Commodore 64 (si no le suena el modelo, querido, haber nacido antes) y para PC’s, que ha capturado la atención de los entusiastas de los videojuegos vintage así como de los fans de la banda. «El juego ha sido desarrollado en Catalunya y puede adquirirse en castellano, catalán e inglés», afirma el experto, que nos revela su escaso archivo «de apenas 23 Kilobytes, que es menos de lo que ocupa una de las fotos que llevas en el teléfono». Lo más notable de The Smiths Are Dead es que «está disponible de forma completamente gratuita, los jugadores pueden descargarlo desde itch.io, una plataforma que destaca por brindar un espacio a los desarrolladores independientes y a proyectos experimentales».

Experiencia retro

La «experiencia retro» está garantizada con este título de Bieno que reverencia «los juegos de antaño que nos llenaban la imaginación», cuya trama discurre en torno al cantante Morrissey, «quien debe hacer frente a su carrera en solitario tras la disolución de The Smiths», explica Packo.

A título personal, he podido chequear el juego y, sin ser ningún hallazgo revolucionario, mucho menos en cuestión de gráficos (ejem), he disfrutado involucrándome en la búsqueda de la identidad creativa de Morrisey, en un contexto previo a la publicación de su debut en solitario: Viva Hate (1988). En mi opinión, y hablo con el corazón, es el mejor juego desde aquellos remotos PC Fútbol que quemaba en mi habitación de estudiante. Ya ve que si lo que busca es imparcialidad se está equivocando de lectura. Amo profundamente a The Smiths, aunque no llego al fanatismo rabioso de esos fans que se lanzarían de cabeza a las fauces de un león si su apóstol se lo pidiera, aquellos que se encierran en su habitación rodeados del trabajo de Oscar Wilde, sin embargo mi venda en los ojos es lo suficientemente oscura como para criticar, ni que sea superficialmente, este juego. Se siente. ¿Qué esperan de alguien a quien en el fondo más crítico y odioso de su alma sigue distinguiendo a la gente en función de si les gusta o no The Smiths?