Juan Miguel Giménez
Citroën Dyane 6 de 1976
Martí Rotger se muestra muy feliz de conservar este bonito Dyane 6 de 1976 que su padre le compró hace 35 años, en 1980, cuando consiguió sacarse el carnet de conducir.
Utilitario de los ochenta
José Ríos recibió como regalo de Reyes este Fiat 127 de 1980, un obsequio que resultó para él una gran sorpresa, porque le hacía ilusión tener un vehículo de estas características y fue su mujer la que lo buscó para regalárselo.
Mercedes 190-SL
Mercedes, al igual que otras marcas, como Roolls-Royce, Ferrari, Maserati o BMW, por poner algunos ejemplos, es sinónimo de lujo, por eso Luis Morell quería tener en su pequeña colección un coche de estas características. Recuerda que este Mercedes 190-SL de 1962 lo adquirió hace diez años en Zurich y lo encontró a través de internet.
Un icono de los 80
Jaime García es un constructor jubilado que vive en Consell, gran aficionado al fútbol y en concreto al Barça y que conserva después de treinta años en perfecto estado este Renault 5 que compró para su mujer cuando ésta se sacó el carnet de conducir.
El deportivo de los setenta
José Aguiló adquirió hace unos años en Ubeda este Seat 850 Sport Coupé del año 1970
Jaguar E-Type de 1963
Luis Morell asegura que desde siempre le han gustado los coches clásicos y, por eso, cuando pudo disponer de unos ahorros adquirió su primer coche: un Opel P-4. Sobre este Jaguar E-Tyre de 1963, recuerda que lo cambió por otro de su colección hace unos años y es una verdadera joya.
Ford Mustang, genuino americano
Gabriel Fuster siempre quiso tener un Ford Mustang y hace siete años aprovechó la festividad de su santo para regalárselo.
Alfa Romeo 1300
Marco tiene dos vehículos, pero al que más cariño le tiene es a este Alfa Romeo 1300 de 1973, un coche que su padre tuvo durante muchos años como utilitario y que la esposa de Marco consideró que sería un buen regalo para su marido, de ahí que en el año 2000 decidió comprárselo.
Corvette de 1979
Ricardo Olivieri se declara un enamorado de Mallorca y de su Corvette. Este italiano que llegó hace más de treinta años a la Isla se siente muy orgulloso de este vehículo, que fue un regalo de su mujer. El coche lo adquirió en Sabadell y nos decía que lo que realmente le vuelve loco de este vehículo es su línea.
El ‘Rana Verde’
Bartolomé Bennàssar se muestra orgulloso al mostrarnos este precioso Opel Rana de 1924.
Un inglés de categoría
Juan Capó y Rosa María Martín son los propietarios de este bonito Morris Minor de 1954, un modelo poco visto en la Isla y, como nos decía su propietario, «no creo que haya más que otro». Juan no es un coleccionista, pero le gustan los clásicos, de ahí que este modelo es para él especial y para su mujer, que también es una enamorada de los clásicos.
El Seat 600 de mi vecina
Joan Verger compró este vehículo, original y sin ninguna restauración, a su vecina, Catalina Vich.
Pontiac Trans Am de 1979 lleno de modificaciones
Nuestro interlocutor, Danilo Salvador, nos cuenta que a los dieciséis años viendo una película de Burt Reynolds, Los Locos del Cannonball, descubrió este Pontiac y desde entonces se hizo la promesa de que algún día tendría uno y así fue.
Un clásico de los 80
Miguel Ángel Cirer completa con este Renault 4 su colección particular de vehículos de los años ochenta.
El tiburón francés
Jaume Mulet tenía unos diez años cuando vio por primera vez un Tiburón y desde entonces quiso tener uno hasta que finalmente lo consiguió hace unos tres años
El deportivo por excelencia
Danilo Salvador se siente muy orgulloso de poder conducir este Porsche 911-T de 1972.
El gemelo del Mehari
Joan Rosselló es el propietario de este ‘raro’ Renault 4 Rodéo del que hay contadas unidades en nuestra Isla
Un vehículo polivalente
Juan Verger compró hace ocho años este Simca 1000 de competición, que ahora utiliza su hijo.
Un 2CV lleno de colorido
José Sevilla es un enamorado de los coches de los años setenta. Durante muchos años ha tenido en su haber varios 600, incluido un descapotable de los que ya quedan pocos, aunque también le gustan los 2CV.
Un coche para el verano
Miguel Ángel Cirer es un joven ingeniero mecánico que no es un coleccionista al uso. En la actualidad tiene tres coches, pero ninguno de ellos tuvo que comprarlo. Este Mehari se lo dio su padre, después de pasarse de moda; tiene un 2 CV que heredó de una tía suya; y un Renault 4 que pertenecía al hermano de su abuelo; tres vehículos de los que se ha encargado de conservarlos y mantenerlos en perfecto estado.
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