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El Banco de España ha hecho públicos los datos de balanza de pagos durante el pasado año. El total de los gastos de los no residentes superó por primera vez los cincuenta mil millones de euros. El saldo positivo de la balanza en lo relativo a turismo es del orden de los treinta y cinco mil millones. Sin duda magníficos resultados que han ayudado a que nuestra balanza sea positiva, especialmente con países como Gran Bretaña con el que tenemos un buen superávit.

Se trata sin duda de unos magníficos resultados, que han mejorado los ya aceptables del pasado año y que certifican el buen momento del turismo español. Sin embargo -siempre hay un pero-, Exceltur, como representante de la gran patronal del sector, y algunos analistas fijan su atención en algún dato no tan brillante. Si el total de turistas ha superado los sesenta y ocho millones y el gasto de los mismos en España (no confundir con el gasto total que estudia la encuesta Egatur) es el que hemos indicado, cualquier calculadora nos dirá que cada turista gasta en España menos de setecientos cincuenta euros durante toda su estancia, más o menos el promedio mundial, cantidad muy inferior a la de los años anteriores a la crisis, en los que superaban los mil euros por persona.

Exceltur culpa de la evolución a las compañías de bajo coste y al alojamiento ilegal o alegal.

Y eso cuando año tras año, autoridad tras autoridad, no paran de asegurarnos que el objetivo de su política es el de incrementar el gasto de los turistas. El plan de marketing 2012-2016 de Turespaña aseguraba que el gasto se incrementaría en un veinte por ciento. Está claro que al adivino se le rompió la bola de cristal. Los responsables de la Secretaría de Estado de Turismo aseguran que el gasto por turista se incrementará porque van a venir más turistas, especialmente de mercados emergentes, que gastan más; lo mismo que nos llevan asegurando desde hace años, sin que las cifras de gasto individual vayan a mejor.

La actual situación no me hace ser muy optimista. Para 2016, las cifras totales de turistas seguirán creciendo fuertemente. A las bajas de Egipto y Túnez hay que sumar el parón de Turquía y las dificultades de Grecia en alguna de sus islas. En total cerca de veinte millones de turistas que quieren evitar esos destinos, pero que no están dispuestos a incrementar sus presupuestos de viaje. Muchos de ellos vendrán a los destinos españoles pero gastaran aún menos, especialmente las familias inglesas, por la reciente caída de la libra respecto al euro, en un momento de fuertes reservas. Para muchas familias británicas de cuatro miembros, tres mil euros de presupuesto para las vacaciones es una cifra elevada.

Así que ya saben, en este año habrá más turistas pero cada uno de ellos gastará menos. Justo lo contrario de lo que quieren algunos, que siguen erre que erre.