En la imagen de archivo, vista general de la ciudad de Eivissa desde el barrio de Can Misses | (c) Sergio G. Canizares

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Las estadísticas oficiales avalan desde diferentes aristas la recuperación del tejido productivo de Eivissa y Formentera. Más que una crisis, las Pitiüses sufrieron una recesión entre 2009 y 2014 de la que lleva un par de años recuperándose a buen ritmo. Aunque esa mejora no se refleja todavía en los salarios, la confianza parece haberse instalado en sectores como el inmobiliario.

A pesar del problema de la falta de vivienda en Eivissa y a la burbuja de los alquileres, que está provocando una suerte de exilio por parte de trabajadores, incluso familias enteras, la prosperidad de la economía queda reflejada también en el repunte experimentado en la transmisión de fincas. Durante el año pasado cambió de manos en las Pitiüses un total de 5.802 propiedades de todo tipo (urbanas, rústicas, construidas, solares...), lo que supone un incremento del 5,6 por ciento respecto a 2015.

El aumento alcanza incluso el 21,3 por ciento en el caso concreto de la compraventa de viviendas, ya que se cerraron 1.895 operaciones, la mayoría de ellas en el mercado de segunda mano, por las 1.491 ejecutadas el año anterior.

Con casi dos millares de operaciones inmobiliarias, el de 2016 ha sido el mejor dato de la última década, según los registros que el Instituto Balear de Estadística (Ibestat) comenzó a elaborar en 2007. De hecho, el número de transmisiones regresa a niveles anteriores a que estallara la conocida burbuja inmobiliaria y las operaciones descendieran en picado a partir de 2009, cuando la compraventa de viviendas cayó a 1.188. Tras varios años de moderación, en 2013 este mercado tocó fondo en las Pitiüses con solo 1.100 transmisiones, lejos de las 1.688 anotadas en 2007, y todavía más lejos de las 1.895 transacciones de 2016. La realidad es que en estos últimos diez ejercicios, las operaciones de compraventa de viviendas no han bajado del millar en las islas de Eivissa y Formentera.

FINCAS. El sector, a nivel global, experimentó su peor ejercicio en 2013, cuando se transmitieron 4.988 fincas, la cifra más baja de la última una década. Pese a los síntomas de recuperación, aún hoy quedan lejos las 7.801 operaciones del año 2008, en pleno auge del sector de la construcción.

El número de transmisiones de derechos de la propiedad sobre fincas rústicas descendió levemente hasta las 876, en la línea con las realizadas en las Pitiüses durante los últimos cuatro años. Muy lejos quedan las 1.794 transmisiones de fincas rústicas realizadas en 2007. Desde entonces, cada año ha ido descendiendo hasta tocar fondo el año pasado.

VIVIENDAS. En cuanto a las 1.895 operaciones de compraventa de viviendas, la mayor subida se produce en el caso de las viviendas usadas, cuyas transacciones pasan de un año a otro de 909 a 1.277, mientras que en el caso de los inmuebles residenciales a estrenar el incremento es menor, de 582 a 618.

Las estadísticas oficiales también desvelan que durante los tres últimos años se han realizado 21 operaciones de compraventa de vivienda protegida. En 2011 se registraron 51, el mejor dato de la serie.

En cuanto a tendencias futuras, el último informe de Tinsa sobre disponibilidad de suelo y vivienda nueva revela que Eivissa tiene el stock de vivienda nueva vacía más bajo de toda Balears con un 6%, frente al 10,3% de Menorca y el 16% de la mayor de las Balears. Este estudio revela, además, que Eivissa es la isla del conjunto del archipiélago que presenta una menor escasez de vivienda nueva.

La mayor de las Pitiüses, y en concreto municipios como Vila o Santa Eulària, presentan el stock más bajo de vivienda nueva vacía.

La patronal de la construcción reconoce que el sector se ha reactivado, pero es consciente de que no es deseable regresar a niveles previos a la crisis. Mientras tanto, muchos ciudadanos contemplan las grandes cifras de la recuperación del mercado inmobiliario sin poder acceder a una vivienda en propiedad o en alquiler.