El hotel, de cinco estrellas, se encuentra en Menorca. Ha sido completamente reformado y es un icono de lujo y sostenibilidad. | Josep Bagur Gomila

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La sostenibilidad no es un lujo y ni tan solo es ya un valor añadido. Es hoy un requisito indispensable, aunque los hoteles sostenibles son casi una quimera imposible. Meliá Hotels International inauguró días atrás el hotel Villa Le Blanc, de Gran Meliá, icono de lujo y sostenibilidad. Situado en la playa de Santo Tomás en el municipio de es Migjorn Gran en Menorca, el antiguo Sol Beach House, entonces de cuatro estrellas, ha experimentado una reforma integral durante los últimos meses, capitaneada por el arquitecto Álvaro Sans, que lo ha convertido en el primer hotel neutro en carbono operado por el grupo mallorquín. Las emisiones de CO2 del hotel se reducen un 87% respecto al estado actual, aunque las emisiones restantes se neutralizarán a cero con un proyecto de compensación. El hotel forma parte ahora de la familia de Gran Meliá Gran Lujo, todos de cinco estrellas, y pone a disposición de sus clientes un amplio catálogo de servicios de máximo nivel.

Meliá Hotels International no ha escatimado recursos para conseguir su hotel más sostenible, para proteger el medio ambiente. La hotelera ha escogido Menorca, que es Reserva de la Biosfera, para crear su primer establecimiento neutro en emisiones de CO2. Será el banco de pruebas -el modelo- que ha de guiar a la compañía en futuras reformas.

El establecimiento cuenta con 114 habitaciones (46 premium with terrace y 68 supreme sea view) y 45 suites, diseñadas con el máximo respeto hacia el estilo menorquín. Todas las suites disfrutan de espacios privados, desde salones, piscinas, un rooftop o un jacuzzi con vistas panorámicas. Es decir, que la reforma ha provocado la desaparición de un total de 29 habitaciones -el 12%- en una clara apuesta por la calidad.

EFICIENCIA ENERGÉTICA. El hotel Villa Le Blanc marca el camino hacia el futuro de la descarbonización hotelera gracias a la eficiencia energética y a las energías renovables. El establecimiento es revolucionario en tanto que neutro en emisiones de carbono. Cuenta, como principales medidas encaminadas a la sostenibilidad, con calderas de biomasa, energía geotérmica y recuperación de calor, energía fotovoltaica, recuperación de aguas limpicas y grises, además de tecnologías digitales para medir y controlar la huella hídrica y reducir los consumos de energía y agua. En este sentido, son pocos aún los establecimientos hoteleros que tienen un sistema de recuperación de aguas grises para que sean posteriormente utilizadas en los inodoros y la limpieza de exteriores. Además, la captación del agua de la lluvia, que se aprovechará para el riego de jardines, es también poco habitual en los hoteles. Cuenta también con la tecnología necesaria para el control del consumo de agua y con grifería eficiente que favorece el ahorro.

Desde el punto de vista energético, el edificio cuenta con la certificación A (máxima categoría), además de aislamientos térmicos en la fachada para reducir la transmisión de calor. El establecimiento ostenta también la tecnología para la supervisión, gestión y control de los edificios, así como enfriadoras con recuperación de calor y puntos de recarga ultrarrápidos.

La energía fotovoltaica tiene gran importancia en el establecimiento, puesto que tiene instalados 122 paneles solares sobre una superficie de 300 metros cuadrados.

El establecimiento es propiedad de Victoria Hotels & Resorts, sociedad promovida y participada por Bankinter -su presidenta María Dolores Dancausa estuvo presente en la inauguración- en 2021 y en la que han coinvertido un colectivo de clientes del banco junto a Meliá Hotels International y a GMA.
La oferta gastronómica es de especial relevancia. El hotel cuenta con el Restaurante s’Amarador Villa Le Blanc, dedicado a los productos locales como su homónimo del port de Ciutadella, especializado en mariscos, pescados, arroces y calderetas de langosta menorquina, y el CRU, creado por el chef Joan Canals, que refleja la personalidad del emblemático restaurante Ulisses. La oferta gastronómica se completa con el Nivi, que está especializado en cocina mediterránea y brasa.