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Siempre he admirado a aquellos profesionales que aman su profesión, la disfrutan y contagian su vocación y compromiso. Modelo a seguir para docentes, profesionales y alumnado. Nuevos profesionales que se van a impregnan de este saber hacer. Hoy me «he colado» como oyente en un aula (con permiso de la profesora responsable) de nuestra universidad balear (UIB). La profesora contagiaba ese entusiasmo por su profesión, y por la enseñanza de la misma a los futuros profesionales de una disciplina concreta. Era alumnado muy joven, de primer curso.

Las dinámicas en clase y la metodología docente utilizada era innovadora y creativa. Había invitado a profesionales de esta disciplina de diferentes sectores a acudir al aula. Ocupaban cargos y roles distintos en escenarios laborales a analizar. Se explicaban funciones, actividades, valores y creencias, competencias a adquirir. Lo sorprendente ha sido que eran los propios alumnos, quiénes en grupo, habían tenido que preparar sus presentaciones audiovisuales con este contenido. Para ello, previamente habían estudiado, preparado la información sobre las áreas competenciales y profesionales concretas, y posteriormente desgranaban sus hallazgos ante los profesionales invitados. Tuvieron entonces que entender bien las directrices trazadas por la profesora a modo de guía, indagar, leer, resumir y plasmar sus conclusiones ante los expertos, además de formular preguntas y sus propias dudas. Un aprendizaje activo tan reivindicado en la enseñanza superior.

La dinámica de la clase empezaba con un juego (gamificación), debían adivinar ¿Quién era quién? ¿Qué función ocupaba? Todos ellos participaban de este encuentro acogedor y divertido. Tras la exposición de los trabajos, los profesionales explicaban además su labor y realizaban la retroalimentación oportuna de la parte teórica preparada. Se contagiaba el entusiasmo del profesional hacia el alumnado y viceversa. Así se explicaban sus logros, dificultades en el camino, pero sobretodo se plasmaba la necesidad de colocar el foco de atención hacia la tarea y el propósito de la misma. Compromiso, esfuerzo y responsabilidad. He disfrutado como oyente de la sinergía generada en el aula.
Un honor contar con profesorado implicado, innovador y creativo que abre su aula al exterior y la hace permeable. Transmite conocimientos, identifica realidades, reivindica implicación y construye la propia identidad profesional. Empodera tanto al alumnado desde el principio como reconoce la labor del propio profesional que presenta de manera altruista y generosa su quehacer diario, y contribuye con su motivación al desarrollo de la profesión.

La comunicación abierta y fluida una pieza clave, que permite el diálogo, transmite conocimientos, genera y desarrolla habilidades, estimula el pensamiento crítico y creativo. Gracias a estos profesores innovadores, profesionales y alumnado comprometido, por todo lo aportado.