Zapatero. Antich se reunió el jueves con el presidente, para cerrar la primera fase de negociación

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Marga Vives Palma
El Govern balear aspira a que un 30 por ciento del dinero que el Estado recauda en Balears a través de los impuestos revierta en las Islas. Es la parte mínima que el Ejecutivo autonómico propone gestionar directamente en el nuevo sistema de financiación, según se refleja en el documento que el presidente, Francesc Antich, entregó el jueves a José Luis Rodríguez Zapatero.

Catalunya eleva esta demanda hasta el 35 por ciento, pero otras comunidades en las que el esfuerzo fiscal es muy inferior reducen su propuesta a tan sólo un 10 por ciento, de modo que todas las autonomías tendrían que aportar el 90 por ciento restante al Fondo de Garantía de Servicios Públicos. De este fondo común se beneficiarán las regiones con menos recursos para educación, sanidad y servicios sociales, con el propósito de que estas prestaciones se equiparen a las del resto de territorios.

Es uno de los aspectos que deberán consensuarse en la tercera y última fase de la negociación que se abrirá próximamente. El conseller de Economía, Hacienda y Presupuestos, Carles Manera, señaló ayer que "es una buena noticia" que Zapatero haya dicho que Balears será la comunidad más beneficiada con el nuevo sistema, aunque apeló a la prudencia y subrayó que "hasta que no se concreten los números no podemos cantar victoria". De momento la música sigue sonando sin letra.

La población y la insularidad son los dos factores que juegan a favor de Balears en el diseño del nuevo engranaje de la financiación. Al Govern le urge saber de qué forma computará el criterio demográfico en el reparto del dinero y cuál será el peso del hecho insular.
Además, según Manera, hay "dos datos irrebatibles" que justifican que las Islas sean las más beneficiadas en la distribución de los recursos; que son la comunidad peor financiada y que sufren el mayor déficit fiscal. "El hecho de que el Estado lo reconozca y esté dispuesto a corregirlo es muy positivo", subrayó.

El conseller advirtió que es difícil determinar qué cantidad percibirá Balears con el nuevo sistema de financiación autonómica, entre otras cosas porque aún se desconoce qué recursos adicionales aportará el Estado. Sin embargo aseguró que "la única aproximación aceptable por ahora", de entre cuantas se han realizado, es la del Círculo de Economía, que establece una horquilla de entre 390 y 700 millones de euros. Unió Mallorquina y el Bloc, socios de gobierno del PSIB-PSOE, reclaman para la Comunidad una financiación anual de 700 millones de euros.

El conseller sugiere transferir al Estado la deuda
El conseller de Economía sugirió ayer que las comunidades peor financiadas transfieran sus déficits al Gobierno central, que tiene margen para incrementar su endeudamiento en un 20 por ciento, hasta alcanzar el 60 por ciento del PIB en el que la Unión Europea establece el límite. Balears recibe un 21 por ciento menos de recursos por habitante que la media española, así que entraría en este supuesto planteado por Carles Manera.
La deuda que el Govern contraerá en 2009, y que los Presupuestos cuantifican en unos 700 millones de euros, será sufragada en el futuro íntegramente con el dinero que Balears recibirá del modelo de financiación. Sin embargo Manera aclaró que el Ejecutivo autonómico trabaja en esta negociación en términos de inversión necesaria para las Islas y no en función del endeudamiento al que deberá hacer frente.