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La menor llegada de turistas en 2009 provocó una disminución de la carga demográfica real en Balears, con un leve descenso del 0,1 por ciento, hasta situar la población media del archipiélago en 1.307.432 personas, según el indicador diario de presión humana (IDPH) elaborado por el Centre de Recerca Econòmica de la UIB-Sa Nostra.

El informe detalla que la caída en la llegada de turistas en 2009, con un retroceso del 11,3 por ciento con respecto al año anterior, explica la disminución de este índice que se encarga de medir el peso medio demográfico real (entre residentes y visitantes) en la comunidad. Así, mientras los visitantes disminuían los residentes se incrementaban el pasado ejercicio un 2,1 por ciento.

De este modo, la presión demográfica en las islas alcanzó su valor máximo el pasado 8 de agosto, cuando el IDPH arrojó una población de 1.767.599 personas, mientras que, por el contrario, el valor mínimo se contabilizó el 3 de enero, en pleno invierno, con 1.065.297 personas.

El documento, que se hará público en las próximos días, precisa que la carga demográfica real del archipiélago superó en 2009 en un 19,4 por ciento la población empadronada, porcentaje que recorta en 2,7 puntos la diferencia registrada en 2008.

Llama la atención que el comportamiento descendiente del IDPH se explica por las evoluciones negativas experimentadas en Mallorca (-0,4%) y Menorca (-1,4%), mientras que en las Pitiusas este índice se incrementó un 1,9 por ciento.

Por tanto, de acuerdo con estas divergencias territoriales, la carga demográfica real acusó una mayor diferencia respecto a la población empadronada en Eivissa y Formentera, del 33,2 por ciento, que en Mallorca (+16,8%) y Menorca (+23,4%).

Se reducen los residuos

Por otro lado, el documento elaborado por el Centre de Recerca Econòmica de la UIB también pone de manifiesto que a raíz de la disminución del IDPH los residuos se redujeron en 2009 un 7,8 por ciento con respecto al ejercicio anterior.

Asimismo, la menor presión demográfica también contribuyó a la reducción de los principales contaminantes atmosféricos, como son las partículas finas (-7,4 por ciento), a consecuencia del menor consumo de combustibles de automoción - el consumo de gasolina disminuyó un 4,2 por ciento, el gasoil A un 4,4 por ciento y el de electricidad un 2,3 por ciento.