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La conflictividad y la falta de disciplina y la masificación en las aulas son los principales problemas que la sociedad balear detecta en el sistema educativo de la comunidad, si bien la escasa dedicación de los padres en la educación de sus hijos es también un factor determinante en una caída de la satisfacción generalizada en la educación en los últimos años.

Así lo pone de manifiesto el último informe elaborado por la Fundació Gadeso, que profundiza sobre la importancia de la educación para la sociedad balear y los principales problemas y posibles soluciones que existen en torno al sistema educativo actual. Así, los padres cada vez valoran más una educación de calidad, al tiempo que se constata una "lenta pero continuada" insatisfacción con la enseñanza.

En relación a los factores que explican la importancia que los isleños dan a la educación se encuentra, en primer lugar, las mayores posibilidades de encontrar un empleo (81 por ciento de los encuestados); seguido del convencimiento de que la educación es necesaria para el desarrollo personal (53 por ciento); la necesidad de estar educado para convivir en sociedad (46 por ciento); y la relación entre educación y el valor de esfuerzo (31 por ciento).

En cuanto a los motivos que aducen los encuestados acerca de la baja satisfacción con la educación que se imparte actualmente en las aulas de las Islas se sitúa, en primer lugar, la escasa relación entre la enseñanza y las demandas del mercado laboral (73 por ciento de los encuestados); la excesiva masificación en las aulas (66 por ciento); la falta de implicación de los docentes (57 por ciento); y la creencia de que el sistema está desfasado (28 por ciento).

Por último, el informe de la Fundació Gadeso abunda en las soluciones que los encuestados proponen para mejorar la calidad de la enseñanza, entre las que se encuentra el refuerzo de las medidas disciplinarias (41,5 por ciento de los encuestados); la mejora de los equipos y una mayor dedicación de los profesores (35,4 por ciento); y fomentar la implicación de las familias (34 por ciento).