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El exdirector general de Comunicación del Govern balear durante la segunda legislatura de Jaume Matas (2003-2007), Joan Martorell, ha manifestado, en calidad de acusado en el primer juicio que se celebra en el marco del caso Palma Arena, que si autorizaba las facturas mensuales que percibía el periodista Antonio Alemany por la redacción de los discursos de Matas era "para cumplir las instrucciones del expresidentes de no poner objeción a las peticiones de Alemany", a pesar de que se trataba de pagos efectuados de forma presuntamente irregular.

En su comparecencia ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, Martorell ha manifestado que fue en 2005 cuando se enteró de que el concurso convocado en 2003 para contratar un servicio de asesoría externa, adjudicado a la empresa Nimbus, iba en realidad dirigido a retribuir los discursos que Alemany elaboraba para Matas por unos 4.500 euros mensuales.

"No creo que Matas fuese ajeno a ningún detalle de su relación con Alemany, estaba muy preocupado y pendiente por la actividad de la comunicación, y tampoco era ajeno a los precios que se le abonaban", ha apuntado el acusado, quien durante los dos años anteriores ya había conformado facturas de pago a favor del articulista "sin saber que era para ello", ya que "partía de la convicción y la confianza de que todo lo que firmaba había pasado los controles pertinentes y lo firmé en medio de toda la documentación que me llegaba".

Ante esto, justo antes de finalizar su deposición, la presidenta del tribunal, Margarita Beltrán, ha apostillado "no acabar de entender cómo un profesional de la comunicación sin las más mínimas nociones de derecho administrativo, se encuentra con un montón de documentación, da incoación a este expediente y empieza a firmar de forma compulsiva".

"Estuvo casi dos años firmando unas facturas que no sabía a qué correspondían y no le da la más mínima importancia, le ha espetado.

Durante el interrogatorio, Martorell ha recordado que en 2003 firmó la memoria justificativa de contratar una asesoría externa en materia de comunicación, una idea que "partió del presidente" por tratarse especialmente de materia de comunicación.

"Por su tremenda experiencia política conocía bien los mecanismos de relación con los medios de comunicación", ha añadido el acusado, quien, sin embargo, ha manifestado que a partir de la rúbrica "nadie me informó de la contratación".

Así, fue en 2005, cuando se propuso la prórroga del contrato, cuando se enteró de que éste había sido adjudicado a Nimbus pero que en realidad iba dirigido a enmascarar los pagos que percibía Alemany por sus trabajos, a pesar de que "nadie me dijo que hubiera algo incorrecto".

"Fue a partir de ese año cuando asocié el contrato y la prórroga a los discursos de Alemany", ha incidido.

LOS 12.000 EUROS "REPONDÍAN MÁS A LOS DISCURSOS"

Al ser preguntado por un contrato menor de 12.000 euros a favor de Consultores de Información de Baleares, perteneciente a Alemany, para la realización de entrevistas y reportajes para su posterior publicación en el ámbito nacional, Martorell ha recordado que aceptó la propuesta del articulista puesto que Matas "me dijo que no le pusiera objeciones".

Sin embargo, ha reconocido que los trabajos objeto del expediente finalmente no se llevaron a cabo sino que el pago de los 12.000 euros "respondió más a la dedicación de Alemany en sus discursos".

"Oiga, que son 12.000 euros", le ha espetado en ese instante el fiscal Pedro Horrach ante las afirmaciones del inculpado, quien ha apuntado que se despreocupó del contrato "por la tranquilidad que me daba que fuese para Alemany y por desidia mía".

"Tenía la convicción de que lo que procediese de Alemany debía realizarse, aunque no hubiera impulsado este expediente sin la autorización del presidente", ha remachado.