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El exdirector general de Deportes del Govern de Jaume Matas, José Luis 'Pepote' Ballester, ha ratificado ante el juez instructor del caso Palma Arena las confesiones que el pasado mes de diciembre efectuó en dependencias de la Fiscalía, al relatar con detalle cómo fueron presuntamente amañados los convenios por los que se celebraron dos foros de turismo y deporte en Balears con un coste total de 2,3 millones de euros sin que fuese justificado el destino que se dio al dinero otorgado por el Govern balear al Instituto Nóos.

Así lo ha puesto de manifiesto el medallista olímpico en la declaración que ha prestado como imputado en el marco de las pesquisas dirigidas a indagar un presunto desvío de fondos públicos y privados a través de Nóos cuando al frente de éste estaban el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin -citado el próximo día 25- y su exsocio Diego Torres. Ballester se prestó a colaborar con los investigadores en aras de conseguir futuras atenuantes.

Ballester, defendido por los letrados Ángel Aragón y Juan Piña, ha manifestado que conoció a Urdangarin en 1985, en la residencia Blume de Barcelona, hasta que en 2007 cortaron su amistad a raíz de las exigencias del Duque de Palma para que le pagase cantidades pendientes de la celebración de los foros, si bien ha explicado que la razón de no abonárselas se debió a que Nóos no había realizado todos los servicios comprometidos.

Tal y como ha apuntado, un par de meses antes de que se firmase el convenio para la realización del primer foro, en 2005, ya se produjo un acuerdo verbal entre Matas y Nóos y se empezó a trabajar en el proyecto, que finalmente se materializó en forma de convenio. Al respecto, ha apuntado que la única persona que podía decidir la fórmula de contratación era el expresidente del Govern, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.

Es más, ha señalado que no se le pidió a Nóos que justificase el destino del dinero recibido del Ejecutivo balear ya que el exgerente del Illesport, Gonzalo Bernal -cuya declaración está prevista esta tarde-, le dijo que no se tenía que controlar este aspecto ni hacía falta pedir las facturas de los costes de Nóos.

Tras una declaración de más de cinco horas, Ballester ha abandonado las dependencias judiciales y tras él ha comenzado a ser interrogado el exasesor jurídico del Instituto Balear de Turismo (Ibatur), Miquel Àngel Bonet.