Imagen de un juego de bingo navideño en Mallorca.

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La Consellería de Economía y Competitividad ha presentado este miércoles el borrador del anteproyecto de ley de juego y las apuestas de las Islas Baleares, la única comunidad que carece de una legislación autónoma a pesar de que es una materia de su competencia.

Joaquín García, conseller de Economía y Competitividad, ha apuntado que el texto que será expuesto hasta el próximo 3 de marzo para que las partes interesadas presenten aportaciones, regula los locales de apuestas, partidas de bingo por Navidad y fiestas patronales, además de delegaciones de casinos.

«Se han incorporado las demandas del sector y las de la asociación que lucha contra la ludopatía», ha precisado el conseller en rueda de prensa.

Este borrador incluye los locales de apuestas en el listado de establecimientos que podrán ser autorizados para la práctica del juego y apuestas», ha apuntado García.

El texto también contempla en materia de casinos la novedad de poder autorizar la apertura y el funcionamiento de una sala accesoria por cada casino autorizado, siempre que esta cumpla con los requisitos y condiciones establecidas.

A día de hoy, el sector del juego de Baleares agrupa a 93 salones de juego, cinco bingos, tres casinos y un parque de una 4.164 máquinas de tipo B que cada año generan en conjunto unos 525.000 euros en tasas administrativas y cerca de 32 millones de euros en tasas fiscales, de acuerdo a los datos facilitados por la Consellería de Economía y Competitividad.

García ha señalado que el proyecto de esta ley contempla la posibilidad de que existan dos casinos en Mallorca, uno en Menorca y otro en Ibiza, y también establece que los casinos autorizados dispongan de delegaciones, que en Baleares será un nuevo concepto.

El conseller ha indicado que confía que la tramitación de esta futura ley sea aprobada por el Parlament balear antes de que concluya el 2014 y al igual la regulación.

Este texto prevé la regulación de las partidas de bingo en el sector hotelero e incorpora la posibilidad que se puedan celebrar puntualmente partidas de bingo tradicional o «quines» por Navidad o durante las fiestas patronales, así como aquellas que de manera puntual realicen entidades benéficas, deportivas, culturales o sociales, sin ánimo de lucro.