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El termómetro electoral que puede significar la celebración de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, previstas para el mes de mayo, arroja un importantísimo retroceso por parte del Partido Popular en Balears, según apunta la encuesta realizada en exclusiva para el diario Menorca y «Ultima Hora» por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES).

Según este sondeo, la candidatura de los conservadores —que todavía no ha anunciado el nombre de la persona que la encabezará— lograría en torno al 40 por ciento de los votos, cinco puntos porcentuales menos a los logrados en las europeas de 2009 y once puntos por debajo de los registros que logró en las elecciones generales de 2011.

Por lo que respecta al PSOE, el IBES le atribuye un ligero avance en la confrontación electoral al Parlamento Europeo, que varía en función de la tasa de participación, pero que se sigue manteniendo alejado de su más directo adversario, entre nueve y cinco punto por debajo de los apoyo al PP.

Estas son las dos principales conclusiones del trabajo demoscópico realizado por el Instituto Balear de Estudios Sociales a falta todavía de dos meses de la consulta electoral, pero cuando las grandes formaciones políticas ya trabajan con la mirada puesta en la cita con las urnas que dirimirá el número de diputados españoles que ocupará su escaño en el Parlamento Europeo.

También resulta relevante la estabilización del resto de formaciones políticas frente al electorado balear, aunque cabe indicar que en estas elecciones la circunscripción es única —abarca a todo el Estado— y el voto balear queda diluido en el conjunto de los electores. La participación y las eventuales alianzas preelectorales marcarán los apoyos ciudadanos, aunque cabe señalar que formaciones recientes, como es el caso de Vox, podrían alcanzar un meritorio 4 por ciento de los votos, del mismo modo que se perciben ligeros avances en las opciones de Esquerra Unida o las nacionalistas de Més y Esquerra Republicana de Catalunya.


Participación decisiva

Uno de los aspectos más destacables del trabajo del IBES se corresponde con el impacto que puede tener la participación en el resultado electoral, toda vez que con una participación alta —por encima del 37 por ciento— coaliciones como Més podrían obtener resultados nada desdeñables, como un 11 por ciento ciento.

El dato queda vinculado, como ya se ha apuntado, al índice de participación en estos comicios europeos. Uno de los aspectos más llamativos de las sucesivas convocatorias electorales al Parlamento Europeo es el progresivo descenso en la participación, que en 2009 fue de un 36 por ciento y que, según el IBES, para este año todavía perderá un punto más y quedará en el 35 por ciento.

Estos registros están muy alejados de los que se obtuvieron en las primeras citas para la elección de los eurodiputados españoles, que fue del 67 por ciento en 1987 y del 57 por ciento en 1999. Cabe señalar que en ambos casos las convocatorias coincidieron con elecciones en el ámbito autonómico y municipal, factor sin duda decisivo para favorecer la participación.

El incremento más significativo de la abstención en las europeas se registra a partir de 2004. De momento sólo un 28 por ciento confirma que irá a votar.