Juan Pedro Yllanes, en la Audiencia. | Alejandro Sepúlveda

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El juez Juan Pedro Yllanes, que ha renunciado a presidir el tribunal que juzgará el Caso Nòos para entrar en la primera fila de la política con Podemos, considera absolutamente intolerable «demonizar a alguien» por querer participar en el juego democrático, como ha ocurrido en su caso.

El cabeza de lista de Podemos por Baleares, que presume y lleva a «alta gala» haber sido un juez «implacable» contra la corrupción, defiende su independencia e imparcialidad y garantiza que mantendrá esa misma profesionalidad cuando vuelva a la carrera judicial.

«A mí me han pedido que no vuelva a vestir una toga. No sé cuánto durará mi periplo en el legislativo, pero si luego decido volver a vestirme una toga lo haré con absoluta independencia e imparcialidad», asegura Yllanes, que responde así a quienes -como el ministro de Justicia, Rafael Catalá- hablan de revisar los requisitos para la vuelta de los jueces a los tribunales tras su paso por la política.

Yllanes, con 26 años de carrera judicial a sus espaldas y ahora en excedencia, reconoce un «punto de valentía» en su decisión de incorporarse a las listas de Podemos al Congreso para el 20D, pero se muestra entusiasmado con este nuevo «reto» que le brindará la oportunidad de participar en la elaboración de las leyes aportando su experiencia profesional.

No se siente segundo plato, a pesar de que Podemos intentó fichar primero al juez José Castro, instructor del caso Nòos, y explica que en su decisión ha primado el reto personal, «más apasionante todavía» que el que podía haber sido presidir el juicio que sentará en el banquillo a Iñaki Urdangarin.

Sobre este proceso, que ha dejado a un lado para participar en una «legislatura interesantísima» en la que se debilita el bipartidismo, el juez dice que si se ha llegado a juicio es porque «evidentemente se han acumulado indicios suficientes en la instrucción», porque de lo contrario el caso se habría archivado.

La condición de la infanta Cristina en este proceso -indica- es la de «acusada», porque también el instructor entendió que debía continuar el procedimiento respecto a ella.

De lo que se muestra convencido como «ciudadano» es de que «si algo va a visibilizar lo que ha sido la corrupción en este país va a ser el caso Nóos», que ya ha provocado un gran debate social al haberse visto implicadas personas directamente vinculadas con la Casa Real.

¿Por qué Podemos?, «Porque es el único sitio en donde se puede hacer política progresista, lo demás son maquillajes», responde el juez: «No se puede ser progresista y de Ciudadanos», ni había posibilidad de acercamiento con partidos como PP y PSOE «que tienen en marcha escándalos de corrupción» como la Gürtel o los ERE de Andalucía.

Frente a la corrupción, Yllanes cree que las penas en España son «extraordinariamente benévolas» y apuesta por endurecerlas y «castigar con enorme dureza» todo lo que signifique «una traición a los ciudadanos» al destinar el dinero público a fines para los que no está previsto.

Asume completamente los planteamientos de Podemos respecto a la amenaza yihadista, dice que «utilizar la intervención militar como primer remedio» sería «enormemente peligroso» y considera que en este tema «escuchar a los ciudadanos se plantea como un reto muy importante».

Para Yllanes, recuperar «urgentemente» la Justicia universal, que restringió el PP, es algo que tendría que tener carácter prioritario en la próxima legislatura.

Del programa de Justicia de Podemos, respalda también que se revisen el sistema de elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) porque ha fallado la «elección parlamentaria», si bien admite que para la elección por parte de los ciudadanos que plantea el partido de Pablo Iglesias puede ser complicada.

«Yo no le tendría miedo a que los ciudadanos eligiesen a los que tienen que regir el Poder Judicial, pero sí habría que ser muy didáctico», sostiene.

Y con esa confianza en la ciudadanía también defiende la celebración de un referéndum en Cataluña sobre la independencia. «En este país hay que perder el miedo a los referéndum», subraya.

«No sé que será antes, el huevo o la gallina, si tendremos que reformar la Constitución y luego convocar el referéndum o tendremos que decidir si en el referéndum participan todos los españoles o sólo los catalanes», argumenta para respaldar así su apoyo a plantear el «derecho a decidir» y dar solución al proceso catalán «urgentemente» pasando por una reforma constitucional.

En su opinión el resultado de las elecciones catalanas «nos obliga a sentarnos, a consensuar y ver que solución se da».

Son los planteamientos que Yllanes defenderá en el futuro Congreso de los Diputados llevándose allí su experiencia en casos tan sonados como la condena al alcalde de Andratx Eugenio Hidalgo por delito urbanístico; la del regidor del PP de Palma Javier Rodrigo de Santos por abusos sexuales; o el juicio contra el imán de la mezquita de Fuengirola por incitar al maltrato de la mujer.

Desde esa experiencia defiende también la independencia de los jueces en España que reconoce, eso sí, se pueden ver en ocasiones sometidos a «diferentes presiones».

En lo que a él respecta, Yllanes asegura que ha sentido «mínimas presiones», si acaso a posteriori en «algún caso», pero no recuerda que nadie «haya descolgado un teléfono» para condicionar su intervención en un procedimiento.