Gonzalo Bernal, durante su declaración en el juicio del caso Nóos. | Jaume Morey

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Los acusados delcaso Nóosya están este miércoles en la Escola Balear d'Administració Pública (EBAP) para continuar con la tercera sesión del juicio por elcaso Nóos. La infanta Cristina y su marido han llegado diez minutos antes de las nueve de la mañana.

Los primeros en llegar han sido los fiscales Anticorrupción Pedro Horrach y Ana Lamas, así como el abogado defensor de Urdangarin, Mario Pascual Vives, y el asesor fiscal y acusado Salvador Trinxet y los abogados de la comunidad autónoma de Baleares, todos ellos antes de las 08.30 horas.

El que fuera contable del Instituto Nóos, Marco Tejeiro; el expresidente del Govern balear, Jaume Matas, y el exsocio de Urdangarin, Diego Torres y su esposa Ana María Tejeiro, han sido los siguientes en entrar en el edificio donde se celebra el juicio.

Declaración

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A las 9.22 ha comenzado el interrogatorio deGonzalo Bernal, exgerente de la Fundación Illesport por parte de la fiscal Ana Lamas.

Gonzalo Bernal, el que fuera gerente de la fundación Illesport bajo el último mandato de Jaume Matas (2003-2007), ha señalado que los contratos con Iñaki Urdangarin, «por el importe y la materia», eran decididos de antemano por el expresidente del Govern balear, Jaume Matas. «No entrábamos a valorar nada, todo nos venía acordado», ha incidido.

Tajante en sus respuestas, Bernal ha especificado que, en relación a la puesta en marcha de una oficina para el seguimiento del equipo ciclista Illes Balears-Banesto propuesta por Urdangarin, mantuvo una reunión con el exsocio de éste Diego Torres y otros exaltos cargos de Balears para abordar la gestión del proyecto puesto que tanto su impulso como su precio -150.000 euros públicos más IVA-«ya estaban adoptados».

De hecho, a preguntas de la fiscal anticorrupción Ana Lamas, ha relatado que «mucho antes» de la formalización del contrato para la materialización de esta iniciativa «se habían venido haciendo actividades y trabajado en ello».

Bernal ha subrayado además que el patronato del Illesport, del que salían los fondos para el pago de la oficina ciclista,nunca se reunióy, por tanto, nunca debatió ni adoptó decisión alguna. Según ha dicho, él era el encargado de firmar las actas que reflejaban que el órgano se reunía, pero todas ellas eran simuladas.