El discurso de la presidenta del Parlament provocó una queja de todos los partidos en la reunión de la Mesa. | T. Ayuga

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La reunión de la Mesa del Parlament se convirtió este jueves en un monográfico contra Xelo Huertas por el discurso que pronunció el Dia de les Illes Balears. «Me han puesto verde», reconoció la presidenta del Parlament, quien, pese a ello, defendió su intervención y aseguró que estaba en todo su derecho de «hacer política en el discurso».

No opinan los mismo el PP, el PSIB y MÉS. Por una vez se mostraron de acuerdo en una cosa: en criticar la intervención «personalista» de Huertas. Recibió las quejas de Maria Salom (PP), pero también de sus socios Vicenç Thomàs (PSIB) y Joana Aina Campomar (MÉS). De hecho, le llegaron a pedir que, en próximas intervenciones, consensúe el discurso con las demás. «Tontos, tontos, sí; pero tanto, no», fue su respuesta.

La presidenta del Parlament aseguró que las críticas estaban totalmente injustificadas porque todos los presidents de Parlament que le han precedido había hecho discursos de la misma índole. «Si en alguna ocasión se justifica un discurso político de la presidenta es en este», añadió Huertas. La presidenta del Parlament explicó al portavoz de MÉS, David Abril, que sus reproches sobre el deficiente cumplimiento de la Ley de Dependencia iban dirigidos al Gobierno central y en ningún caso a la consellera de Serveis Socials, Fina Santiago.