Francina Armengol, en los desayunos de Europa Press.

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La presidenta de Balears, Francina Armengol, ha asegurado este jueves que el PP ha actuado con «muy poca estima hacia España» porque ha utilizado y «acrecentado» el conflicto con Catalunya para ganar votos en el resto del país: «Y eso es muy antiespañol».

En un desayuno informativo organizado por Europa Press, Armengol, que este jueves se reúne con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, ha hecho hincapié en que el «drama» del presidente Mariano Rajoy es que «no está en el diálogo, no propone nada» y cree que por la vía jurídica se soluciona la situación, y no con la reforma constitucional.

Armengol ha instado a Rajoy a ser «generoso» y a potenciar un Estado «plurinacional» en el que nadie se sienta discriminado.

La presidenta autonómica también ha comentado que no es partidaria del «café para todos» porque España es «asimétrica, diversa y plural. No es lo mismo Extremadura que Baleares, ni Andalucía que Catalunya» y, por ello, ha pedido hacer un «nuevo pacto constitucional».

Ha explicado que hacer otro pacto institucional es «normal» pero, además, hay que «encajarlo» en los territorios y «si uno se siente nación, se siente nación. No hay más».

Armengol ha reconocido que hay una crisis territorial «fortísima» en Cataluña y solo se arregla desde el «diálogo, el respeto y juntos buscar la fórmula de encaje».

La presidenta autonómica ha incidido en que si alguien tuviera verdadero interés en arreglar el problema, «se arreglaría pero hay que ver qué queremos de futuro».

Respecto a la actual Constitución, ha reconocido que es «maravillosa» pero ahora se está «en otro momento y con otras generaciones» y hay que decidir «otro pacto constitucional».

Preguntada cómo se organiza la asimetría sin tocar derechos, Armengol ha subrayado que hay que mantener la solidaridad, y ha recordado que, por ejemplo, el hecho insular lo marca la Constitución y «el Gobierno de España la incumple sistemáticamente».

Y cuando uno «incumple sistemáticamente» la Constitución hay un problema, pero si lo hace el Gobierno «no pasa nada», ha precisado.

Ha recordado que el Estatuto balear está aprobado como ley orgánica en el Congreso pero el Gobierno no cumple las inversiones que deberían llegar a las islas.

«¿Y eso cómo lo arreglamos?» ha dicho la presidenta, que ha echado en falta un mecanismo donde las partes se vean con el centro para discutir y saber qué competencia tienen y qué financiación les corresponde.