Podemos aporta en un documento la idea sobre el «escaño 60» o «escaño de la ciudadanía» para que los ciudadanos puedan preguntar directamente a la presidenta del Govern.

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PSIB y Més, los partidos del Govern, han acusado este jueves a Podemos de «buscar el show mediático» después que el partido morado presentara, por sorpresa, un texto para incorporar a la comisión que, desde hace tres años y medio, elabora un nuevo reglamento para el Parlament. El pasado miércoles, durante la reunión de la comisión de seguimiento de los pactos, Podemos aportó un documento de dos páginas en el que definía su idea sobre el «escaño 60» o «escaño de la ciudadanía». Lo que no esperaban los otros partidos es que la propuesta planteara habilitar un escaño específico para personas ajenas a la Cámara que quisieran formular preguntas a la presidenta del Govern, igual que hacen los diputados y diputadas cada martes en los plenos.

Según el texto de Podemos, quienes quieran formular preguntas y hayan sido previamente seleccionados, ocuparán un escaño y la plantearán directamente. Será la última pregunta de la sesión de control. En la actualidad, es el primer partido de la oposición, en este caso el PP, el que pone fin al turno de preguntas al Ejecutivo.

Representantes del PSIB y Més que participan en la redacción del del reglamento han precisado que esa propuesta no tiene ninguna viabilidad y que carece de encaje legal. Los partidos del Govern estaban de acuerdo en abrir el pleno a la participación ciudadana, incluso en habilitar un trámite específico para dar voz a la sociedad civil ante el debate de leyes. También aceptaban que se presentaran preguntas pero con la condición de que quienes las formularan fueran los diputados y las diputadas de la Cámara.

Vicenç Thomàs (PSIB) vicepresidente del Parlament ha declarado que siempre se había mostrado muy discreto con las reuniones sobre el nuevo reglamento pero que ante la idea de Podemos, y sobre el modo en que la ha presentado, «no puedo estar de acuerdo ni en el fondo ni en la forma». Más dura se mostró Joana Aina Campomar (Més), secretaria primera de la Mesa, que afirma que «no tiene ningún fundamento» y que «esa no es manera de actuar».

Laura Camargo (Podemos) ha defendido la viabilidad de la propuesta aunque ha reconocido que no tiene el apoyo de nadie más. En los ayuntamientos, y también en los consells, hay mecanismos para que representantes de organizaciones vecinales y cívicas puedan intervenir en los plenos pero no pueden interrogar directamente a representantes políticos.