Al cierre de negocios coyuntural provocada por el confinamiento le ha seguido un cierre definitivo de muchos comercios que no pueden asumir las pérdidas provocadas por la absoluta paralización de la economía de Baleares.

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El Govern balear se enfrenta el año que viene a una situación económica dramática ya que la abrupta caída del crecimiento económico le deja en grave riesgo de sostenibilidad financiera, según el último análisis de deuda y presupuestos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

Si se tratara de una empresa privada, la AIReF bien podría decir que presenta riesgo de quiebra pero, en el caso de las Administraciones Públicas, la situación es diferente porque puede recurrir a la deuda para financiarse. La consecuencia que tendrá ese abrupta caída de los ingresos también se explica en este informe: al Govern no le va a quedar más remedio que aumentar su deuda a niveles nunca vistos.

En el primer trimestre de este año, el Govern tiene una deuda de 9.004 millones de euros, el 26,3 por ciento del PIB de la Comunitat. La deuda subirá el año que viene y en los siguientes, de forma que, para volver a situarse en los niveles de deuda en los que está ahora Baleares deberán pasar entre cinco y diez años. El Govern se había marcado como objetivo que el actual porcentaje de deuda se redujera a la mitas en 2033, pero la AIReF dice que ese propósito no se alcanzará hasta 2042.

Mucho peor

«Las perspectivas en la comunidad autónoma para 2021 y 2022 empeoran significativamente respecto a 2020», asegura el documento. Se calcula que el año que viene llegará entre un 6 y un 9 por ciento menos del sistema de financiación. A esta caída se le suma, además, que el año que viene Baleares no recibirá dinero extraordinario del fondo de rescate autonómico.

Aunque la AIReF cree que se puede compensar en parte con ingresos propios, calcula que el Govern tendrá el año que viene entre un 10 y un 13 por ciento menos de ingresos para cuadrar sus Presupuestos del año que viene.

Por si no fuera poco, el organismo alerta además de que la situación empeorará de forma notable en el año 2022. Ese año no se habrá mejorado la capacidad de generar ingresos propios de la Comunitat, pero el drama para las Islas está en que es muy improbable que llegue dinero de la liquidación del sistema de financiación. Cuando da dinero a las comunidades autónomas, el Govern funciona con previsiones. Es decir, para 2020 les ha enviado una previsión de financiación en función de unas previsiones de ingresos tributarios.

Saldo negativo

A los dos años de hacer la previsión, se hacen cuentas y el Gobierno abona al Govern la diferencia. El problema es que este año es muy probable que el Gobierno haya enviado más dinero del que realmente deberían recibir las Islas, así que no es descartable que en 2022 no lleguen cerca de 500 millones de euros que se reciben cada año gracias al fondo de competitividad.