La presidente de la CAEB, Carmen Planas, discrepa respecto a la postura del conseller. «En este contexto, resulta especialmente relevante evitar un escenario en el que los aumentos de los precios y salarios se retroalimenten entre sí, para no producir efectos de segunda ronda que nos lleven a una espiral inflacionista. Implementar la inflación en los salarios como exigen los sindicatos supondría un drama para la economía». No obstante, aclara que «desde la patronal no nos oponemos a subir los salarios; de hecho, se está negociando cada convenio de forma individual porque cada sector tiene sus tiempos y sus propias características». Sin embargo, avisa que «adecuar el incremento salarial en función de la inflación supondría más paro y el cierre de muchas empresas. Las pymes atraviesan su peor momento desde 2014, según un informe de CEPYME, especialmente agravado tras los últimos dos años de pandemia. En cualquier caso, desde la CEOE se están proponiendo unas subidas paulatinas en los próximos años, pero en ningún caso ligadas al actual IPC porque las empresas no pueden asumirlo. El propio Gobierno ha negado a los funcionarios del Estado un aumento salarial ligado a la inflación».
Totalmente contraria a la postura de Planas es la opinión del secretario general de UGT en Balears, Lorenzo Navarro. «Sí, tiene que haber una subida salarial generalizada porque la inflación está en el 10,8 % y viene a decir que cada vez las personas que trabajamos estamos más empobrecidas; cada vez es más difícil llegar a fin de mes». Navarro asegura que «por el bien de la economía y para que los trabajadores no paguen esta crisis se deben subir los salarios». En este punto, añade que el incremento salarial debe ir acompañado de una cláusula de revisión a final de año para no perder poder adquisitivo.
En términos similares se expresa el secretario de Comunicación de CCOO, Xisco Mellado. «De manera contundente, debe haber incrementos salariales notables en todos los sectores. Los trabajadores no pueden volver a ser quienes paguen, de manera totalmente injusta, una crisis que ni han ocasionado ni colaboran en su mantenimiento. Los precios están aumentando debido a la codicia de determinados sectores empresariales, pues los salarios no han contribuido ni a la carestía de la cesta de la compra ni a la de los servicios». Recuerda que CCOO propuso unos incrementos salariales mínimos del 3,5 % para este año; del 2,5 % en 2023; y del 2 % con cláusulas de revisión salarial. «Desde CCOO pensamos que los aumentos salariales deben ser pactados en el marco natural de la negociación colectiva, pues cada sector tiene sus particularidades que siempre conocen mejor ambas partes, sindicatos y empresarios».
Por último, Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, señala que «los trabajadores por cuenta ajena, en general, son perdedores claros: sus salarios reales han caído, al crecer menos sus sueldos que los precios de los bienes y servicios que consumen. Toca ver si funcionarios y pensionistas van a asumir también parte de la pobreza generada o no. El debate de si los sueldos nominales de los trabajadores deben subir es espinoso. Si no suben, pierden poder adquisitivo. Si se indexan a la inflación, generamos una espiral inflacionista que seguirá empobreciendo la sociedad en su conjunto. Hay que compensar vía subida de sueldos el golpe de la inflación, pero se debería hacer solo este año y en menor medida en 2023, y siempre asumiendo que el incremento no puede ser el mismo que la inflación sufrida».
Luis García Langa, director de Corredordefondos.com, considera que «desgraciadamente no» se deben incrementar las nóminas. Lo argumenta porque «estamos en una inflación por costes. Si a una empresa le suben el material, el transporte y las existencias un 10 % y no puede casi repercutir ese incremento al cliente final (no olvidemos que además las empresas vienen de la paralización de la COVID), ¿cómo podría afrontar todavía más incremento de costes, en este caso laborales? Cuando las subidas de la inflación se frenen y a las empresas se le relajen los costes, se puede empezar a hablar». Sí precisa que se podrían subir los sueldos «si la inflación fuera debida a un incremento del consumo, ello supondría un incremento de beneficios empresariales que debería generar más sueldos a los trabajadores; aunque nuestro sistema laboral inflexible no ayude».
5 comentarios
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Que sea necesario un incremento del salario, sobretodo de las clases más bajas, es evidente. Igualmente no creo que todas las empresas lo puedan asumir, ya que estamos en una inflación por costes. Muchas empresas están subiendo sólo poco sus precios finales y minimizando su límite de beneficios, por el aumento generalizado de todo tipo, si no ya saben que no van a vender (buen ejemplo son bares y restaurantes). Sabiendo que los precios están aumentando debido a la codicia de determinados sectores empresariales, ¿no sería en este ámbito que se tendría que actuar? Dicho con otras palabras, basta ya con la especulación de bienes básicos!! Que paguen ellos la subida de los salarios mínimos, y dejen de llevar sus millones en paraísos fiscales... más impuestos a estos tiburones, con los cuales ayudar los más pobres...
Mas necesario es bajar el número de cargos públicos, demasiado bien pagados
Los primeros en subirse el sueldo, no teman, serán los politicos… que apuestan.? Con el cuento de que hay que subir el sueldo a los ciudadanos ellos serán los primeros… al tiempo.!!
Por su puesto que hay que subir los salarios! Lo que fija el precio básico de cualquier operación mercantil está directamente relacionada con los costes. Cuando una empresa sube los precios, lo hace, también, teniendo en cuenta los costes en materia de personal, aunque luego no lo trasladen a los salarios. Cuando al personal asalariado le suben los precios básicos para su sustento, tiene el mismo derecho al incremento de su salario. Son reglas básicas en toda relación laboral, y querer que esto no sea así, denota un espíritu esclavista para con los demás; y ya se sabe, lo que no quieras para tí, no lo quieras para los demás. Quienes no acepten esa regla no tienen derecho a convivir en sociedad.
Se pueden contener los beneficios empresariales , los sueldos o las dos cosas para controlar la inflacion. Es curioso que la solucion siempre sea la misma y siempre la paguen los mismos.