Trabajadores en una oficina. | Josep Bagur Gomila

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El problema de la falta de mano de obra en las Islas no obedece solo a la escasez de la misma; buena parte de la culpa la tiene la inadecuación entre las necesidades empresariales y las competencias que confiere la oferta formativa a sus trabajadores. Por un motivo u otro, Baleares se sitúa como la quinta comunidad autónoma con un mayor índice de desajuste entre cualificaciones y puestos de trabajo, por encima de la media estatal y muy alejado de la europea.

De esta manera, casi la mitad de los trabajadores de las Islas tienen unas competencias que no se ajustan a las requeridas por su puesto de trabajo, bien por infracualificación o bien por sobrecualificación. Así lo refleja un informe de la Fundació Impulsa Balears presentado hoy en las X Jornadas de Observatorios de Empleo Universitario, patrocinadas por la Fundació Universitat Empresa de les Illes Balears (FUEIB).

De esta manera, el indicador de desajuste en cualificaciones en las Islas que revela dicho informe es del 48,9 %, 2,8 puntos porcentuales por encima de la media nacional (46,1 %) y 11,7 % de la media de la Unión Europea (UE). De hecho, España presenta el segundo desequilibrio más acentuado de la UE, solo superado por Italia (46,6 %).

Volviendo a Baleares, solo cuatro comunidades autónomas -Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias y Galicia- padecen un desajuste mayor entre cualificación de mano de obra y requerimientos de los puestos de trabajo. El 32,2 % de los trabajadores están infracualificados, mientras que la sobrecualificación afecta al 16,7 %.

Este desequilibrio es mayor si se atiende solo al segundo tramo o tramo intermedio de los puestos de trabajo (el informe divide la oferta laboral en tres tramos en función del nivel de cualificación requerido). Este segundo tramo, que aglutina la mayor parte del mercado laboral, es el que presenta también un mayor desajuste, de manera que en Baleares dos de cada tres posiciones de categoría media se cubren con efectivos de una cualificación más alta o, sobre todo, más baja. Un dato que «explica buena parte de los desequilibrios por inadecuación de competencias que perviven en el Archipiélago».

Antoni Riera, director técnico de Impulsa Balears, desgrana algunos de los motivos de que Baleares mantenga unos niveles de desajuste superiores a los de la mayoría de regiones. «No es tanto que falten trabajadores, sino que no están bien asignados». Así, explica que la inadecuación entre oferta formativa y demanda empresarial no es la única culpable; también el hecho de que la balear sea «una población muy dinámica, que ha experimentado y sigue experimentando la llegada de mucha inmigración con unas competencias que no se adaptan a lo que requieren los puestos de trabajo».

Asimismo, Riera puntualiza que el problema de la escasez de mano de obra afecta únicamente a la categoría media del mercado laboral; ni el primer tramo (los empleos que exigen menos cualificación) ni el tercero (la mayor cualificación) tienen este problema. Por contra, la inadecuación entre competencias y demanda empresarial afecta a los tres tramos. De hecho, apunta, la categoría superior excede en un 123 % la gente cualificada que requiere el tejido empresarial balear. «Eso no quiere decir que nos sobren estos profesionales, sino que las empresas no se han sofisticado lo suficiente como para poder absorberlos».

Por lo que respecta a las posibilidades de corrección de este problema, Riera es optimista, puesto que «existen soluciones, y eso lo demuestra el hecho de que otros territorios cuentan con índices de desequilibrio mucho menores».