Margalida Prohens y Francina Armengol en una reunión en el año 2015. | Teresa Ayuga

TW
1

Marga Prohens desembarca en Palma desde el Congreso para ser la inquilina del Consolat de la Mar y Francina Armengol le cede su despacho para irse a Madrid a la Carrera de San Jerónimo. Intercambio de papeles casi simultáneos aunque aún falta por saberse una de las claves: si Armengol, como hasta ahora Prohens, estará en los bancos de la oposición o bien estará en los del Gobierno y quién sabe si hasta en uno de los bancos azules. Si los resultados son buenos para Pedro Sánchez, algo que ahora mismo parece como mínimo improbable, ojo a Armengol. Puede ser la ministra que no ha tenido Balears desde Jaume Matas.

La marcha de la presidenta a Madrid hay que entenderla en clave interna balear –ya no será la candidata en 2027 y comienza a preparar la sucesión en el partido, una sucesión pilotada y controlada por ella misma–, pero también tiene una derivada madrileña que no hay que desdeñar. ¿Qué pasará con Pedro Sánchez y el PSOE si pierde el poder? Que todos aquellos socialistas a los que ha ido apartando estos años van a ir contra él de manera inmisericorde para tratar de forzar una salida precipitada.

No parece que esa vaya a ser la postura de Armengol, una de las baronesas que han sido leales a Sánchez pese a todo. Si se abre una guerra en el PSOE tras la pérdida de poder, Armengol estará en Madrid para jugar sus cartas, que no serán las mismas que las de Javier Lambán o las de Emiliano García Page. Si la guerra no se abre porque la audacia de Pedro Sánchez sale bien, las cartas de Armengol le pueden ser muy favorables por esa lealtad acreditada estos años y porque, si hace falta Podemos, ella es una de las candidatas que conecta bien con los morados. ¿Pasaremos del misterio de Armengol al Ministerio de Armengol?