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El día en que por fin empiezan las negociaciones oficiales -las oficiosas llevan días en marcha- Baleares está este miércoles más cerca de repetir elecciones que de que haya un Govern mixto PP-Vox. Marga Prohens asistirá al encuentro con Jorge Campos y esa es, por ahora, la única cesión que se ha permitido antes de la negociación. Poco se sabe de cómo acabará el encuentro pero sí se sabe cómo empezará: Jorge Campos mira a Valencia; Marga Prohens, a Murcia.

Lo que ha pasado este miércoles en la comunidad murciana es muy significativo. Allí están en la misma situación que en Balears y el PP acaba de romper relaciones con Vox de forma tácita. Se ha constituido la Asamblea de Murcia, el equivalente al Parlament, y el PP no ha cedido ni un solo puesto de la Mesa a Vox, que era una de las peticiones del partido de extrema derecha para llegar a un acuerdo con el PP. Ese es el escenario que defiende Marga Prohens.

La líder de los 'populares' llega a la reunión con Vox con el objetivo de no ceder en Govern y solo se abre la puerta a una negociación sobre la Mesa del Parlament para ocupar un puesto, ni siquiera la Presidència. Quiere que sea Vox quien decida si se abstiene y Prohens es presidenta o si vota en contra y sigue Mae de la Concha, de Podemos, hasta noviembre, fecha de unas nuevas elecciones autonómicas. «Pues que gobierne Mae», dicen por la sede de los 'populares' ante la posibilidad de que Vox se cierre a un acuerdo.

Jorge Campos quiere hacer valer el pacto alcanzado en Valencia como espejo en el que mirarse a la hora de negociar, pero la realidad es muy diferente porque aquí no se necesita el voto afirmativo de Vox, cosa que sí sucede allá, sino que basta con una abstención. En esta línea está Vox o, mejor dicho, la negociadora, que ha enviado Santiago Abascal a Baleares para que asesore a los suyos y no cedan.

Las negociaciones entre PP y Vox van por caminos diferentes en los distintos territorios de España: frente al acuerdo de Valencia, la ruptura en Murcia. Tal vez haya finalmente un reparto táctico en el pulso que juegan ambas direcciones nacionales: allá donde se necesita el voto afirmativo de Vox, gobierno conjunto; allá donde basta con una abstención, gobierno en minoría. Valencia y Aragón caerían del lado de lo que quiere Vox y Baleares y Murcia, de lo que quiere el PP. Empate a dos. Cada uno de los partidos llegaría a las elecciones del día 23 con algo que ofrecer a sus votantes.

Pendiente queda Extremadura, donde la lista más votada es el PSOE, pero PP y Vox suman más que los socialistas. Mientras tanto, tras la visto en Murcia, Balears está este miércoles más cerca de nuevas elecciones que de un Govern PP-Vox.