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Tras la ‘bofetada’ de calor que el pasado 23 de julio sufrieron muchos votantes que acudieron a los colegios electorales, ahora se ha puesto sobre la mesa el debate sobre las condiciones en las que se imparten clase a los alumnos baleares. Aulas a 29 grados a las nueve de la mañana y patios sin una sola sombra se unen a un pico de temperaturas que hacen estragos en mayo y junio, pero también al inicio del curso. Padres y docentes reclaman la climatización de las aulas.

«El hecho de haber votado en julio en los colegios parece que ha abierto los ojos a gente sobre algo que ya llevamos denunciando nosotros, los profesionales y los alumnos desde hace bastante tiempo», señaló Albert Lobo, de la Federació d’Associacións de Pares d’Alumnes (FAPA).

La entidad se reunió con el conseller d’Educació i Universitats, Antoni Vera, y «ya se le trasladó la preocupación por la climatización y sobre cómo se construyen los nuevos centros. No solo hay que mirar dentro de las aulas, que es preocupante, sino fuera. Las escuelas son verdaderos eriales sin una sola sombra», denuncia Lobo.

Por su parte, la presidenta de FAPA, Cristina Conti, advirtió que «los docentes llevan años diciendo que el calor que se pasa dentro de las aulas es insoportable». Conti explica que «hay que hacer un plan de climatización ambicioso en colegios en los que se eliminaron los árboles porque parecían sucios y molestos». Con colegios sin una sola sombra, no es de extrañar que entre algunos alumnos haya algún golpe de calor cuando realizan alguna actividad física.

«El nuevo Govern ya nos ha dicho que se trabajará en este tema, la climatización de las aulas, ya sea con aire acondicionado, para poder impartir clase en los márgenes legales, que oscilan entre los 17 y los 23 grados», dice Víctor Villatoro, presidente del sindicato de docentes ANPE Baleares.