Hacer la compra cada vez resulta más difícil para los ciudadanos, ya que los precios llevan meses subiendo. | Irene Arango

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La cuesta de septiembre será este año más empinada que nunca para los ciudadanos de Baleares, que ya acumulan a sus espaldas varias, también muy duras. La subida de precios no da tregua y las ya maltrechas economías domésticas se encuentran asfixiadas. Aunque las Islas han disfrutado de pleno empleo en los últimos meses gracias a la buena temporada turística, los sueldos no han subido tanto como el nivel de vida y los baleares se están quedando sin ahorros, ya que la inflación lleva meses devorando los que lograron durante los años de la pandemia de la COVID-19. Por todo ello, la vuelta a la rutina tras las vacaciones estivales se presenta difícil.

Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, advierte que la cuesta de septiembre será aún más dura para «las personas mayores, ya que tienen un gasto mensual muy diferente a los jóvenes». En este sentido, explica que «el IPC valora el incremento de precios de una cesta de la compra 'ideal' de consumidor, que no es la que cada uno sufre». «En todo caso, para que nos hagamos una idea del peso de cada grupo de productos y servicios que toma el IPC, el 19,6 % del consumo se destina a la partida de alimentos y bebidas no alcohólicas; el 13,8 % al transporte; el 13,2 % a restaurantes y hoteles; y el 12,7 % a vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles». Así, «los gastos relacionados con la alimentación (en casa y fuera de ella), el transporte, el alquiler y los consumos de energía y agua domésticos suponen el 59,3 % de los gastos de las familias, por lo que un incremento de estos precios tiene un impacto muy importante en las economías domésticas».

Cabe precisar que la el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) no contempla los gastos destinados a las hipotecas para pagar la vivienda. El director de Mercados de SDC Analistas, Luis García Langa, destaca que «tras más de año y medio de inflación desbocada, lo que más puede perjudicar ya es la subida de cuotas hipotecarias para quien tenga ese tipo de deuda. Es verdad que el Euribor lleva tiempo subiendo, pero hasta ahora podía haber todavía familias a las que no se les había hecho la revisión; y a las que se le ha realizado, ya llevan varios meses acumulando pagos altos».

El presidente de la asociación de consumidores Consubal, Alfonso Rodríguez, expone que uno de los golpes económicos más impactantes que recibirán las familias este mes de septiembre está relacionado con la vuelta al cole, que supondrá un gasto medio de 406 euros por niño. «Los libros, materiales y vestido se han incrementado casi un 25 % con respecto al curso pasado», lamenta.

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Rodríguez también subraya el incremento del precio de la electricidad, que de media lo ha hecho entre un 15 % y un 20 %; así como el encarecimiento de los carburantes. El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares, Joan Mayans, detalla que los consumidores están pagando la gasolina 95 a 1,832 euros, mientras que hace un año lo hacían a 1,623 euros, tras la aplicación del descuento de los 0,20 euros del Gobierno. Por su parte, el diésel está a 1,723 euros, frente a los 1,805 euros a los que se vendía hace un año. Por tanto, los que tienen un vehículo de gasolina la abonan más cara ahora, mientras que los de diésel un poco más barata.

Los precios de los carburantes acumulan ocho semanas consecutivas al alza en las Islas. Mayans insiste en que se desconoce si continuará esta tendencia alcista. Sí tiene claro que está motivada por «un déficit de oferta de petróleo, es decir, hay una demanda creciente y una oferta limitada, que está provocando que el 'oro negro' se encarezca y, como consecuencia, también lo haga el precio de los carburantes». Su deseo es que estos «se abaraten lo antes posible y vuelvan a unos niveles normales. El principal perjudicado es nuestro cliente, pero el segundo somos las gasolineras porque a mayor precio más se resiente el consumo».

¿Cuáles son los alimentos que más se han encarecido?

Hacer la compra se ha convertido en un auténtico calvario para las familias. Monserrat detalla que los alimentos y bebidas no alcohólicas se han encarecido un 5,4 % en las Islas hasta el pasado mes de julio, respecto al mismo periodo del año anterior (último dato facilitado por el INE); este dato supera a la media nacional, que es del 5,2 %. El economista resalta que es «una partida que afecta especialmente a las personas con menores ingresos, ya que destinan un porcentaje mayor de los mismos a este tipo de gastos». Si bajamos al detalle, el producto alimentario que más ha elevado su valor en Baleares es el azúcar: un 40,5 % de julio de 2022 a julio de 2023. Le siguen la leche (19,3 %), el agua mineral, refrescos y zumos (16,5 %), las patatas y sus preparados (14,2 %), los productos lácteos (14,1 %) y los aceites (14,1 %). El caso del 'oro líquido' es especialmente llamativo, porque su precio ya ronda los 10 euros el litro y seguirá subiendo. Así, ha pasado de ser un producto básico de la dieta mediterránea a uno de lujo, que en algunos supermercados hasta lleva collarines antihurtos.

Preguntados por cuándo podrá producirse un abaratamiento de la cesta de la compra en las Islas, los expertos no tienen buenas noticias. Langa cree que es complicado ver bajadas de precios significativas, aunque «sí veo algunas puntuales». Por su parte, Rodríguez augura que «el aceite de oliva y el pescado fresco son los artículos que más van a subir en los próximos meses».

Volverán las colas del hambre

Ante esta situación, se prevé que vuelvan las colas del hambre al Archipiélago balear. El profesor de la UIB teme que esto será así porque, «pese a que la temporada turística ha sido muy buena, nuestra economía no es suficientemente redistributiva y deja a mucha gente atrás». El director de Mercados de SDC Analistas añade que «las crisis, la inflación y las subidas de tipos hacen que las brechas sociales se disparen: la clase media-alta tiene capacidad incluso para incrementar su riqueza (comprar barato en bolsa, negocios baratos…), pero la clase media-baja puede pasar a ser clase baja». El presidente de Consubal estiman que las colas del hambre serán más importantes en invierno.