El Bungalow, situado en Ciutat Jardí. | Pere Bota

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El Govern de Marga Prohens prepara un cambio radical en la política de ocupación del litoral y anuncia que aprobará un proyecto de ley que permitirá preservar los chiringuitos tradicionales que existen en las Islas, además de otras construcciones y edificaciones que forman parte del paisaje tradicional de Balears porque llevan años instalados en la costa.

Fuentes del Ejecutivo aseguran que uno de los primeros trabajos de la Conselleria delMar, que dirige el conseller Juan Manuel Lafuente, será la elaboración de un proyecto de ley de costas que permita dar seguridad jurídica a negocios costeros tradicionales que estaban en peligro tanto por la Ley deCostas estatal como por la normativa autonómica que se ha promovido estos años desde la Conselleria de Medi Ambient.

Las mismas fuentes aseguran que esta nueva normativa no pretende servir para autorizar nuevos ‘beach clubs’ o negocios en la zona de costa, sino preservar aquellas actividades tradicionales que durante años han sido la actividad económica principal de muchas familias.

El Bungalow

Entre las actividades que se podrían mantendrán al amparo de esta nueva norma están el edificio del Bungalow, en la playa de Ciudad Jardín de Palma, además de construcciones en peligro en la zona de las casetes des capellans, en la zona de la playa de Muro, pero afectará de manera particularmente intensa a la isla de Formentera. El PP denuncia los graves efectos que tiene en esta isla la Ley de Costas, con afectaciones a viviendas particulares, además de a negocios que llevan residentes en las Islas. Se trata de casas particulares que se ven afectadas por los deslindes en cumplimiento de la Ley de Costas.

Formentera
Chiringuito de playa en la isla de Formentera, una de las más afectadas por la Ley de Costas.
Foto: Dani Espinosa

«Hay que facilitar y compatibilizar la protección del litoral y mantener una actividad económica tradicional», señalan las mismas fuentes. También mencionan la necesidad de garantizar la compatibilidad de las actividades económicas «sostenibles» ya existentes «y necesariamente ligadas al litoral», pero añaden que se promoverá su ordenación urbanística y uso turístico «con la adaptación al cambio climático y la protección y preservación de la costa».

La creación de la Conselleria del Mar responde a este propósito, además de realizar intervenciones en el ciclo del agua para garantizar un buen sistema de depuración, vital para el sector náutico. Esta promesa de Marga Prohens en campaña electoral se completa con el anuncio de que se hará un plan de conservación y protección de las edificaciones tradicionales que existen en el litoral del archipiélago como casetes de vorera, escars, mollets y otras construcciones singulares, ligadas al paisaje y a la «idiosincrasia» de las Islas.

Choque con Madrid

En el Govern aseguran que son conscientes de que esta ley autonómica de Costas puede chocar con la legislación en vigor que se elaboró desde el Ministerio, pero insisten en que el Ejecutivo tiene las competencias y la capacidad para aprobar una normativa que ya existe en otras comunidades, como Catalunya y Galicia. De hecho, aseguran que la propuesta será un despliegue de la normativa estatal, pero teniendo en cuenta las singularidades y especificidades del territorio balear, algo que no se hace con una normativa redactada desde la capital. También se busca tener la máxima cooperación con la Autoritat Portuària de Balears.