Una vivienda de gama alta en venta en una urbanización de la costa de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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La Asociación Balear de Inmobiliarias Nacionales e Internacionales (ABINI) tilda de «preocupante» y hasta de «alarmante» la bajada de ventas de viviendas a extranjeros en el Archipiélago. Según datos del Colegio de Registradores, durante el segundo trimestre Baleares se situó como la comunidad autónoma con un descenso más pronunciado de las ventas a compradores extranjeros, una caída de las operaciones que alcanzó el 28 %.

A pesar de este descenso, Baleares continúa siendo la segunda comunidad con la cuota más alta de ventas a extranjeros, situada en un 30,4 %. Solo Canarias mantiene un porcentaje más elevado.

Lo alarmante para ABINI es que el segundo trimestre consolida una tendencia a la baja ya iniciada en enero. Una tendencia que, a su entender, representan «datos que empiezan a ser alarmantes» y que «dibujan una tendencia que no favorece la economía de las Islas».

Las causas de este descenso se buscan en la pérdida de la fortaleza económica de los países del centro y norte de Europa, empezando por Alemania (principal emisor de compradores extranjeros) y siguiendo por Reino Unido y Países Nórdicos. De hecho, la recesión alemana y la paralización de su mercado inmobiliario es un elemento clave, si no el más importante, en este contexto. A ello se le une un importante aumento de los intereses y otros factores como el Brexit o la reducción de la capacidad adquisitiva del mercado sueco.

A los condicionantes internacionales suma ABINI otros relacionados con la legislación autonómica, como el incremento de los impuestos sobre vivienda.«Ninguna otra comunidad tiene impuestos de compra y patrimonio más altos que Baleares», alega la asociación para añadir que en las Islas se paga prácticamente el doble que en Madrid en Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (un 12 % para compras de entre uno y dos millones de euros y de un 13 % para las de más de tres millones).

En este sentido, la asociación que preside Hans Lenz afirma que Baleares se encuentra inmersa en «un escenario desconocido en los últimos diez años» y advierte de que la economía de la comunidad «se va a ver perjudicada si se mantiene esta bajada de ventas. Entre sus argumentos, que el mercado extranjero ha sido pieza capital en el impulso de «una robusta industria que genera más del 20 % del PIB en las islas».