La depresión se ha incrementado tras la pandemia. | ARCHIVO

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Los casos leves de depresión tienen que esperar entre tres y cinco meses para ser atendidos por un psicólogo o psiquiatra en la sanidad pública balear, según informa el coordinador de Salud Mental de Baleares, Oriol Lafau. Por su parte, los graves reciben atención del psiquiatra en un máximo de 10-15 días. Esta diferencia se debe a que a raíz de la pandemia, cuando se produjo un incremento de la demanda de estos servicios del 16 %, se optó por gestionar las listas de espera para poder priorizar los casos más graves; entre los que se encuentran los brotes psicóticos. Por su parte, por leves se entienden las depresiones leves, la ansiedad, las fobias, el insomnio, etc.

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Aunque el tiempo de espera es inferior al de otras comunidades autónomas, Lafau reconoce que es elevado; antes de la mencionada crisis sanitaria era de 45-50 días. En este punto, destaca que el plan de salud mental de Baleares ha implementado la figura del psicólogo clínico de Atención Primaria. Actualmente hay cuatro: dos en Palma (Santa Catalina y Son Gotleu), uno en sa Pobla y otro en Campos; el objetivo marcado es llegar a 27 para que haya uno de estos especialistas por cada dos centros de salud. A su modo de ver, esto hará bajar de una forma muy significativa las listas de espera. Preguntado por los plazos en los que estará implantado este modelo, responde que el problema es que no hay psicólogos clínicos para contratar; la bolsa está vacía en las Islas y se está haciendo captación en otras comunidades, pero tampoco encuentran. El Archipiélago balear cuenta con 111 psiquiatras y 72 psicólogos.

Depresión y ansiedad

La mayoría de las personas que reclaman la atención de un especialista en salud mental tienen depresión o ansiedad. Se trata de un cambio que se ha producido con la pandemia de la COVID-19. En relación al perfil, la edad media de las personas que padecen problemas de salud es de 45 a 55 años; se ha detectado un incremento importante entre los profesionales de salud y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque no hay cifras precisas.