El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, en imágenes de archivo. Aún no se ha tomado una imagen de ambos representantes políticos juntos.

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La consagración definitiva de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y la elección de Marga Prohens como jefa del Ejecutivo aboca a Baleares a un nuevo periodo de cohabitación política. Ese término, la cohabitación, se usó en Francia para describir los periodos en los que no había coincidencia política entre el presidente de la República y el primer ministro. Baleares regresa a ese punto en una legislatura que ya da un primer atisbo de que se acabó la luna de miel. Vuelve el ‘Madrid nos mata’.

¿Fue Gabriel Cañellas, el primer president balear, el inventor de esta frase que ha quedado en la memoria política balear? Él sostiene que no, pero al mismo tiempo recuerda que su mandato de 12 años, todo en cohabitación con el de Felipe González, vino determinado por las complicadas relaciones entre ambos líderes. En el año 1983, en plena ola socialista en toda España, una comunidad autónoma gobernada por el PP era una rareza. Cañellas era, en aquel momento, un barón poderoso en un partido liderado por Manuel Fraga que había quedado aniquilado en las urnas. González tardó años en recibir a Cañellas en La Moncloa. El expresidente recuerda que aquella primera reunión no sirvió para nada. «Me hizo esperar 25 minutos en un cuarto cerrado y luego me recibió con una copa de vino y jamón. Nos fuimos de allí sin nada, pero al fin tuve la oportunidad de decirle lo que nos pasaba», recuerda.

Felipe González recibió a Gabriel Cañellas en La Moncloa. Las relaciones fueron muy malas siempre.

Aquellos años fueron muy complicados, con guerras constantes entre los dos Gobiernos. «Tuvimos problemas con la cesión de competencias de carreteras. El ministro de turno llegó a decir que no, porque a ver qué se hacía con las que discurrían entre dos comunidades», recuerda con sorna. Baleares fue la primera comunidad autónoma que presentó un recurso a los tribunales contra los Presupuestos Generales del Estado en aquella época y con Cañellas llegó el primer REB al Congreso, tumbado con los votos en contra del PSOE. En su época se vivió una situación política similar a la actual: un presidente del Gobierno del PSOE, un presidente autonómico del PP y un presidente del Congreso del PSOE y de Mallorca. «Félix Pons fue un señor. Estuve en numerosas ocasiones en su despacho en el Congreso para pedirle ayuda y siempre nos la dio», afirma.

La otra experiencia

Francesc Antich fue el primer presidente socialista que tuvo Baleares. Técnicamente, ganó las elecciones la legislatura siguiente a Cañellas, en 1999, pero entre ambos gobernaron Baleares Cristòfol Soler y Jaume Matas tras la dimisón de Cañellas. Soler apenas estuvo diez meses. González no le recibió y José María Aznar no tuvo tiempo porque el PP le cortó la cabeza para elegir a Jaume Matas. El nuevo president compartió tres años de mandato con Aznar y las relaciones fueron tan buenas que, en la siguiente legislatura, fue nombrado ministro de Medio Ambiente. Esa es la época de la durísima cohabitación de Francesc Antich, no solo con Aznar, sino con el propio Matas que aspiraba a volver a Baleares e hizo de oposición desde el Ministerio. «Las relaciones fueron muy tirantes y a todo nos decían que no; llegó a llamarnos ‘el Gobierno de la ensaladilla rusa», dice. «El Govern balear no quería autopistas ni desaladoras y Matas las fomentaba. Los ministros no se reunían con nosotros... aquella era una guerra», añade.

Jaume Matas, con José María Aznar, uno de los tándem que funcionó. Antes de ser presidente, Matas había sido ministro de Aznar.
La relación de Matas con Zapatero ya no fue tan buena, aunque en ese periodo se aprobó el Estatut.

La otra legislatura

En el año 2003 perdió las elecciones y las ganó Matas pero en el 2004 las perdió Rajoy y entró José Luis Rodríguez Zapatero. Fue la legislatura del ‘hágase’, la de Urgdangarin y de los mega proyectos urbanísticos, pero también fue la legislatura de la reforma del Estatut a rebufo del que se aprobó en Catalunya. Matas volvió a dejar paso a Antich, con Zapatero en La Moncloa. «Con Aznar prácticamente no hablábamos; hablábamos del tiempo. Yo no le tenía simpatía y él, menos. Con Zapatero pasó todo lo contrario: fui el primer presidente autonómico que apoyó su candidatura a las primarias». Esas buenas relaciones se plasmaron en un nuevo sistema de financiación, el actual, que ha dejado a Baleares en la media cuando estaba 20 puntos por debajo. También fue la legislatura de las inversiones estatutarias, abortadas por la crisis financiera.

Francesc Antich y Zapatero. Hubo buena sintonía.

La crisis se llevó por delante a Antich y Zapatero y trajo a José Ramón Bauzá y Mariano Rajoy. Fue una legislatura sin demasiados logros debido a la situación económica, pero esa buena sintonía trajo el 75 % de descuento y un mini REB que Francina Armengol mandó a un cajón cuando ganó sin matices al PP.

El gran asunto en las relaciones entre José Ramón Bauzá y Mariano Rajoy fue la economía, con un gobierno al que le tocó afrontar la gran crisis por el desplome inmobiliario.

Armengol, como antes Matas y Antich, ha tenido las dos experiencias, la de un Gobierno a favor y otro a la contra. Con Rajoy no se entendió bien, pero tampoco mal, muy a la gallega, pero las relaciones con Pedro Sánchez han sido buenas y fructíferas, lo que trajo consigo otro REB, el factor de insularidad y ayudas para empresas y autónomos.

Francina Armengol y Pedro Sánchez demostraron una gran afinidad. Sánchez acudió al Consolat en varias ocasiones

Ahora será el turno de Prohens en una legislatura donde todo apunta a que la oposición la ejercerán las comunidades del PP más que el propio líder del partido. ¿Volvemos a Cañellas y al ‘Madrid me mata’?

El apunte

Pendientes de la próxima foto de Pedro Sánchez y Marga Prohens

La próxima foto que pasará a la hemeroteca será la de la reunión de Marga Prohens y Pedro Sánchez en La Moncloa. Es habitual que, al poco tiempo de iniciarse la legislatura, y tras unas elecciones autonómicas, el presidente del Gobierno reciba a sus homólogos de las autonomías en una audiencia. Será la primera imagen oficial de ambos ya que, pese a que han coincidido en el Congreso, ella como diputada y él como presidente, no se les ha visto juntos.