La diputada del PSIB Pilar Costa muestra una información de este periódico durante el pleno del miércoles | miquel angel canellas serra

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Las empresas y sindicatos que pederán, el próximo año, 400.000 euros en subvenciones nominativas para organizar planes de igualdad –así se establece en una de las enmiendas que ha conseguido aprobar Vox– podrán recuperarlas por otras vías. Durante una de sus intervenciones en la segunda sesión del debate de las cuentas autonómicas, la consellera de Famílies y Serveis Socials, Catalina Cirer, ha apuntado una de las vías: el apoyo del área de Igualdad y del Institut Balear de la Dona (IBD). Aunque está en el ojo de Vox desde hace tiempo, el IBD incrementa en casi 300.000 euros su presupuesto para 2024.

En respuesta al diputado socialista Omar Lamin, Cirer se ha referido en la sesión de este miércoles al «compromiso» del IBD de «ayudar en la realización de un plan de igualdad a las empresas que no tienen la obligación de hacerlo», las que tienen una plantilla menor de 50 personas, y añadió que «si es necesario», desde la Conselleria se «ayudará» a las que sí tienen obligación de hacerlo, que son las que superan esa plantilla.

Aunque la consellera no aludió expresamente a a los sindicatos –que también se quedarán sin estas subvenciones–, desde su departamento se precisó que se analizará cuando se plantee la próxima convocatoria. A este asunto, el tijeretazo a estas ayudas, hubo diversas alusiones. Y no sólo en el debate de las cuentas de la Conselleria de Famílies sino también en los que se refirieron a Economia i Hisenda y Empresa, Ocupació i Energia.

La socialista Pilar Costa fue la primera que se refirió a este asunto y –como también haría el diputado Pou, de ese mismo partido, horas más tarde– mostró la página de este diario en la que se informaba de que UGT y CCOO cerraban sus oficinas de igualdad. Según Pilar Costa, hechos como éste muestran hasta dónde llegan las consecuencias del acuerdo para los Presupuestos. La diputada socialista le dijo al vicepresidente Antoni Costa, a quien respondía, que «le quedará un presupuesto que es una chapuza» y añadió que «sólo les faltó decir que el PP sólo se arrodilla ante Vox», en referencia a lo expresado el día anterior por la portavoz de ese grupo, Idoia Ribas. E ironizó: «Si entre Vox, el PP y Dios anda el juego, estamos salvados».

La diputada de Vox Patricia de las Heras presumió de haber logrado el recorte. Y dijo: «Los ciudadanos están de enhorabuena porque hoy se han despertado con la noticia de que les hemos quitado sus chiringuitos a los sindicatos». Según Antoni Costa, la enmienda se sostiene en un punto del acuerdo: el que alude a que las ayudas públicas no respondan a «criterios ideológicos».

La realidad es que la propuesta de Vox se limita a un partida, que se mantienen otras para subvenciones nominativas (unos 34 millones calculan en la oposición) si se incluyen las que se dedican a organizaciones de todo tipo, también ONG y sindicatos.