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Jeroni Albertí, el que fuera president del Parlament balear, ha muerto este jueves en Palma. Así lo ha confirmado la institución que presidió.

Uno de los políticos más destacados de la reciente historia de Baleares, etapa en la que jugó un papel trascendental en los momentos más delicados para llevar adelante la autonomía en las Islas. Nacido en Banyalbufar el 26 de octubre de 1927 tuvo también un papel destacado en el mundo de la empresa, tanto como empresario hotelero como presidente de ASIMA –entre 1971 y 1983– y en especial la fundación del IBEDE, Instituto Balear de Dirección Empresarial que fue la cuna de numerosos empresarios y la puerta de entrada a la política de muchos de ellos.

La prolífica carrera política de Albertí se inició en la legislatura constituyente de 1977, cuando fue elegido senador por Mallorca como independiente en las filas de la UCD, y presidir ese mismo año la Asamblea de Parlamentarios que impulsaría la redacción del Estatut de Autonomia. Entre 1978 y 1982 presidió el ente preautonómico del Consell General Interinsular junto el Consell de Mallorca.

De aquella etapa, Jeroni Albertí siempre destacó la pugna con el Gobierno central para lograr el descuento del 25 % en los billetes de barco y avión de los residentes en los viajes a la Península.

La negativa de la UCD a que Baleares accediese a la autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución –al igual que Catalunya, País Vasco, Galicia y Andalucía– propició su dimisión en el CGI, cargo en el que le sustituyó el menorquín Francesc Tutzó. Entonces fundó Unió Mallorquina, formación política de corte regionalista que siempre tuvo un papel decisivo en la estabilidad institucional de las Islas. El partido tenía en la defensa de la lengua, la cultura y el territorio los principales ejes ideológicos; puntos en los que siempre mantuvo serias diferencias con su principal aliado, el Partido Popular de Gabriel Cañellas. Albertí estuvo al frente de UM hasta 1982, año en el que le sustituyó Maria Antònia Munar tras un breve período de Antoni Pons.

Hábil negociador, Jeroni Albertí destacaba por su templanza y moderación, valores que ensalzaban sus adversarios políticos, con algunos de los cuales, es el caso del socialista Félix Pons, mantenía una relación muy fluida a pesar de que su voto en favor de Cañellas –tras un pacto fraguado en Madrid con el banquero Carlos March–, entonces de Alianza Popular, le impidió ser el primer presidente de Baleares en 1983.

En 1991 Jeroni Albertí anunció su salida de UM y el abandono de la política, al finalizar su etapa como presidente del Parlament. Desde entonces se había mantenido al margen de la actualidad, sin apenas conceder declaraciones y evitar pronunciarse sobre la deriva judicial del partido que impulsó para ocupar el espacio de la derecha regionalista en Mallorca y que acabó desapareciendo. Nada de ello hizo mella en su prestigio personal ni en su papel a la actual configuración institucional de Baleares.