Agustí Buades, Idoia Ribas y Sergio Rodríguez. | Teresa Ayuga

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Nueva crisis en Vox: los portavoces de la formación en el Parlament, Idoia Ribas y Sergio Rodríguez, acaban de registrar sendos escritos este lunes en el registro del Parlament en los que comunican que dejan ese cargo. No explican las causas de la dimisión, pero de forma extraoficial aseguran que quieren dar un mayor impulso a la asociación Avanza, que acaban de poner en marcha, tal y como anunciaron el viernes de la semana pasada.

Un miembro de la dirección nacional del partido tenía previsto desplazarse a lo largo del día de hoy a Baleares para tratar de cerrar esta nueva crisis, pero la dirección balear asegura que finalmente no será así. Fuentes de la dirección Vox afirman que Bambú tenía la intención de forzar la salida de los tres diputados que han puesto en marcha esta asociación, Ribas, Rodríguez y Agustín Buades, pero Ribas y Rodríguez se han adelantado con su marcha.

La dimisión abre una nueva crisis en la formación de extrema derecha. Los dos cargos de Vox aseguran que seguirán por ahora en el grupo parlamentario, pero en estos momentos está abierta la posibilidad de que terminen pasando a ser diputados no adscritos por las enormes discrepancias que hay con la actual dirección de Vox. Otro de los fieles al sector crítico de Vox es el diputado Agustín Buades, que está en la misma línea que sus dos compañeros que han dimitido.

Las otras dos diputados críticas, Maria José Verdú y Manuel Cañadas se han alejado de sus antiguos compañeros críticos y en estos momentos permanecen leales a la dirección de Vox. Cañadas ha viajado este fin de semana al País Vasco junto con la presidenta del partido, Patricia de las Heras, y el president del Parlament, Gabriel Le Senne, lo que demuestra que están en la línea oficial de la formación. Las mismas fuentes aseguran que también lo está Verdú.

Una duda es saber qué pasará ahora con la asociación que acaban de crear. Los diputados aseguran que se trata de una entidad para defender las ideas de Vox, pero en la dirección sospechan que es un intento de poner en marcha una nueva formación política con el embrión en esta asociación que acaban de crear. Los críticos quieren hacer valer su poder en los municipios donde tienen presencia. En cualquier caso, este es un nuevo motivo de división entre los dos sectores del partido.

Aunque las razones oficiales que esgrimen están en la idea de fortalecer la asociación recién creada, la realidad es que la marcha de los diputados responde a la profunda crisis interna en la formación. Los cinco diputados rebeldes trataron de provocar la caída del president del Parlament, Gabriel Le Senne, y de la presidenta del partido, Patricia de la Heras. Cedieron finalmente tras la amenaza de ser expulsados del partido, pero la crisis se cerró en falso.