Manuela Cañadas, la nueva portavoz de Vox, se dirige a una rueda de prensa . Detrás de ella, el resto de diputados de Vox, incluidos los anteriores portavoces, Idoia Ribas y Sergio Rodríguez, | Jaume Morey

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Vox ha decidido reactivar la Oficina lingüística de defensa del castellano, una propuesta que quedó arrinconada por la formación tras la presentación de un texto inicial que rozaba la inconstitucionalidad y que fue rechazado de forma rotunda por el PP. Los responsables del grupo parlamentario, liderado por el sector crítico de la formación, decidieron aparcar este proyecto con el que no estaban de acuerdo, pero los cambios en el grupo han provocado que la propuesta se reactive según confirman desde la dirección del grupo.

La formación ya ha comenzado a trabajar en una nueva propuesta que incorpore ajustes al texto que se presentó en un primer momento. La intención es eliminar alguno de los aspectos de más dudoso encaje en la Constitución y el Estatut, pero se mantiene la voluntad de que la norma incorpore sanciones para quienes no respeten el biligüismo, incluidas instituciones como los ayuntamientos.

La reactivación de esta propuesta de Vox, una de las exigencias de los socios de Marga Prohens para votar su investidura, busca que la ley se tramite como muy tarde en el siguiente periodo de sesiones. Eso permitiría iniciar los trabajos para su creación a partir del año que viene. En este periodo de sesiones, cargado de temas y con la comisión de investigación del ‘caso Koldo’ en marcha, sería muy difícil conseguir que salga ya adelante.

El Presupuesto del Govern para este año reserva una partida de 750.000 euros para poner en marcha esta oficina, pero su tramitación quedó en un cajón porque el grupo parlamentario, entonces controlado por el sector crítico de la formación,    no estaba de acuerdo con la puesta en marcha de este nuevo organismo que algunos de los diputados ha llegado a calificar de «chiringuito».

La propuesta que se registró en el Parlament quedó en un cajón por la falta de interés de la anterior dirección del grupo parlamentario. En la redacción del texto apenas participaron los diputados de las Islas y la versión definitiva se cerró en Madrid con la intervención de la dirección nacional de Vox. Más de medio año después de olvido intencionado, la dirección de Vox ha recuperado el control del grupo parlamentario y quiere que la Oficina arranque cuanto antes para que ya se vean sus efectos en esta legislatura.

La nueva dirección de Vox no detalla por ahora qué cambios se introducirán en la proposición de creación de la Oficina, pero insisten en que cumplirá las disposiciones que marca la Constitución. Recuerdan al PP que la creación de este organismo figura en el acuerdo de 110 puntos que se pactaron al inicio de legislatura para apoyar la investidura de Prohens.

El cambio en el grupo trae consigo una nueva estrategia de relaciones con el PP, más distante de la que ha habido con los diputados rebeldes ya que viene marcada directamente desde la dirección nacional de Bambú a través de la presidenta balear de Vox y líder del partido, Patricia de las Heras