Cirugía de trasplante de cabello. | Tricología Mir

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La mitad de los pacientes de las clínicas que tratan la alopecia en Baleares son ya mujeres. El abuso de las planchas, de los secadores, de los tratamientos químicos como el alisado, pero también de los peinados tirantes puede desencadenar un proceso, el de la alopecia, que buena parte de la población lleva escrito en los genes. El que fuera durante años un tema tabú para los varones, sigue teniendo hoy un alto componente de estigma social entre los jóvenes, especialmente entre las mujeres, que disimulan aún más con peinados o prótesis su calvicie.

«A nivel social sigue sin estar muy bien visto que un chico joven tenga alopecia y entre las chicas es un tema un poco tabú. Muchos de los pacientes disimulan con peinados o incluso con prótesis o extensiones. Hay muchas maneras de disimular, pero solo puedes hacerlo en determinados contextos y la alopecia tiene un impacto social muy alto en la autoestima. Hay chicos y chicas que dejan de hacer deporte, de ir a darse un baño… les influye en su día a día en muchos aspectos, en su vida laboral y en su vida sexual. Aproximadamente la mitad de nuestros pacientes son hombres y la mitad mujeres», explica Joan Mir (Palma,1987), uno de los seis dermatólogos de Baleares que forman parte del grupo de tricología de la Academia Española de Dermatología.

La tricología es el campo médico encargado de los trasplantes de cabello. Aprovechando un vacío legal, hay clínicas, peluquerías y establecimientos de estética que ofrecen tratamientos utilizando el término ‘tricología’ pero no todos son médicos. Los dermatólogos tricólogos de Baleares batallan con sus colegas del resto de España para intentar conseguir una mayor regulación. El Auditorium de Palma acogerá el próximo mes de octubre el congreso del Grupo español de tricología del colegio nacional de dermatólogos. Está previsto que asistan más de 400 dermatólogos especialistas, procedentes de toda España.

Los hermanos Mir con el equipo en su clínica de tricología en Palma.
Los hermanos Mir con el equipo en su clínica de tricología en Palma.

Según un reciente estudio de la red de clínicas de implante capilar Medihair, hasta un 44,5 % de los hombres españoles presentará a lo largo de su vida algún patrón de calvicie. El porcentaje subiría hasta el 48,76 % entre los hombres de Baleares situando las Islas como el territorio del mundo con más calvos. Más allá de lo llamativo del dato, ¿qué hay de cierto en lo que dice Medihair?

Medihair se basa para su estudio en una serie de encuestas realizadas a hombres de 47 países del mundo, pero curiosamente se centra en Europa, América del Norte Asia y Australia olvidando regiones como Sudamérica e incluso a todo el continente africano. También olvida a las mujeres. «Tradicionalmente cuando la gente habla de alopecia se imagina a un varón de determinada edad pero la realidad es que hoy en día tenemos pacientes de todas las edades y de cualquier sexo», dice el dermatólogo Joan Mir. El especialista advierte sobre el sesgo del estudio de la red internacional de clínicas. «La verdad es que para empezar, decir ‘calvo’ no es científico y si nos ponemos rigurosos la alopecia androgénica es una realidad que a lo largo de la vida llega a afectar prácticamente a la totalidad de los varones», explica. «¿Dónde pones el listón? No existe una frontera perfecta entre quién sufre o no alopecia. Muchos llegan a nosotros con entraditas o con la coronilla despoblada, pero la barrera entre la alopecia y el proceso de deterioro y envejecimiento natural es bastante difusa», reflexiona. En opinión del dermatólogo mallorquín estudios como el de Medihair «son atrevidos» porque «no es fácil categorizar».

En Baleares, como en el resto de España, cada vez hay más personas con alopecia que deciden realizarse un tratamiento médico y aproximadamente un 10 % de los pacientes acaban pasando por un trasplante capilar. Una cirugía estándar cuesta entre 5.000 y 6.000 euros. La clínica en la que trabaja Mir es un negocio familiar en el que junto a sus dos hermanos (también dermatólogos tricólogos) dedica buena parte de su tiempo a tratar a pacientes con alopecia. Compagina esta actividad con la consulta de Dermatología en el Hospital de Son Llàtzer. «Llevamos años trabajando y cada vez los trasplantes capilares se ven más. Las técnicas y resultados han mejorado, los trasplantes son más naturales, prácticamente imprescindibles y cuanta más gente se los hace más se ven los resultados. Antes era un tema tabú y la mayoría tenía miedo de hacérselo por el qué dirán. Con el efecto llamada cada vez más gente joven se hace un trasplante con buenos resultados, lo que facilita que otros también lo hagan», cuenta el especialista.

Para Joan Mir la intervención temprana es clave. «Vemos muchas personas con alopecia y los que se hacen un trasplante capilar apenas son un 10 % del total», dice el experto. «El trasplante hay que entenderlo como parte de un proceso terapéutico. Existen tratamientos farmacológicos que frenan la alopecia y en algunos casos llegan a restaurar o repoblar. El trasplante es la última opción», añade.

Si la atención precoz es clave, ¿cuándo conviene ir al médico? «Hay que diferenciar entre la caída de pelo y la pérdida de densidad. A todos durante una temporada se nos puede caer el pelo, porque estamos nerviosos, por el otoño, porque hemos tenido un bené… Podemos tener épocas de recambio de pelo, pero eso no es alopecia», explica Joan Mir.

El tricólogo describe la alopecia como «un envejecimiento prematuro del pelo». «El pelo se miniaturiza y perdemos densidad, masa capilar y es ahí cuando podemos actuar con más eficacia. En hombres generalmente empieza en las entradas y en la coronilla y en mujeres es más difusa, suele ensancharse la línea central. Ante cualquiera de esos síntomas recomendamos acudir al dermatólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuados», añade.

Por su clínica pasan «pacientes de todas las edades y de cualquier sexo». «Pensar que es una cuestión de hombres es falso. Nos llegan un 50 % de hombres y un 50 % de mujeres. Algunos de ellos desde a adolescencia, con 14 o 15 años», señala. ¿La obsesión por la estética está pasando factura al cabello? «No de manera general, pero sí que hay ciertos tratamientos de los que si se abusa pueden provocar daños importantes. Las planchas y secadores queman el pelo y tratamientos como alisados, trencitas u otros peinados muy tirantes pueden pasar factura», dice Joan Mir. El especialista explica que «no pasa nada si se hace un día pero si se hace a diario durante muchos años, el pelo se resiente».

Existen diferentes tipos de tratamiento farmacológico, la mayoría dirigidos a bloquear el punto donde se produce la miniaturización o envejecimiento capilar. Se pueden usar pastillas o soluciones y champús de aplicación tópica. Otros tratamientos consisten en microinfiltraciones.

Cada vez más ciudadanos de Baleares eligen hacerse el tratamiento en España en lugar de viajar a otros países como antaño. Por desgracia también en las Islas hay intrusismo. «Nos encontramos en la situación de que la tricología, que es el campo que se encarga del estudio y tratamiento del cabello, no existe como especialidad vía Mir. Realmente uno tiene que ser médico, luego especializarse en dermatología y después formarse en la subespecialidad de tricología. Ahora hay personal médico sin la especialidad de dermatología que se dedica y también profesional sanitario no médico, incluso algunos peluqueros o esteticistas usan esa terminología porque existe un vacío legal que desde la Academia española de dermatología estamos intentando que se cubra», explica Mir. «El paciente hoy en día está totalmente vendido y puede ser manipulado, es algo que hay que regular», concluye.